La Sociedad Respiratoria Europea (ERS por sus siglas en inglés) ha hecho hueco entre sus últimas publicaciones a un estudio "intrigante", en sus propias palabras. Publicado en el último número de su revista ERJ Open Research, recoge un ensayo realizado sobre los beneficios para tratar la apnea del sueño de una práctica del yoga, soplar en una concha de mar.
Esta técnica denominada 'shank blowing' tiene múltiples beneficios según los defensores de las terapias alternativas, pero como en tantas instancias de pseudoterapias, dichas propiedades no cuentan con suficiente aval por parte de la ciencia. El estudio liderado por el doctor Krishna K. Sharma, no obstante, cuenta con el respaldo de la ERS.
Los pacientes con apnea obstructiva del sueño (AOS) dejan de respirar, a veces en lapsos de hasta 20 segundos, una interrupción que sufren repetidamente mientras duermen. Ocurre porque los músculos de la garganta se relajan y bloquean las vías respiratorias, y su principal sintomatología es el agotamiento que provoca, ya que impide el descanso nocturno.
Otras consecuencias de la AOS son el aumento de la presión sanguínea con el consecuente incremento del riesgo cardiovascular y de infarto. Además, tiene un impacto en el descanso de los convivientes, ya que quienes la sufren roncan intensamente.
Según el estudio liderado por Sharma, del Eternal Heart Care Centre and Research Institute de Jaipur (India), los pacientes que practicaron la técnica de soplar en una concha de mar durante seis meses experimentaron una reducción de los síntomas de la apnea. Reportaron descansar mejor, con menos interrupciones del sueño, y se sentían más alerta y despejados en la vigilia.
"El tratamiento estándar para la AOS es una máquina de presión positiva continua en la vía respiratoria (CPAP) que mantiene las vías aéreas del paciente abiertas insuflándole aire a través de una máscara durante toda la noche. Es efectivo, pero resulta incómodo para muchos pacientes, y no consiguen usarla con regularidad", explica el especialista.
Sin embargo, el médico registró que algunos pacientes que practicaban yoga habían realizado el 'shank blowing' y afirmaban haber logrado dormir mejor. "Esto nos llevó a diseñar un ensayo científico para comprobar con rigor si esta simple tradición podía contribuir como terapia para la apnea obstructiva del sueño".
Se reclutaron así a 30 personas diagnosticadas entre mayo de 2022 y enero de 2024 con AOS de moderada gravedad. Sus edades estaban comprendidas entre los 19 y 65 años. Se les realizó una polisomnografía, durante la cual fueron monitorizados durante toda una noche de sueño. A continuación respondieron a un cuestionario sobre la calidad de su sueño y el nivel de somnolencia que sentían durante el día.
En el mismo estudio se asignó aleatoriamente a los participantes a un entrenamiento en la práctica de soplar la caracola (16 pacientes) o en la práctica de ejercicios de respiración profunda (14 pacientes). Se animó a los participantes a practicar en casa un mínimo de 15 minutos, cinco días por semana. Después de seis meses, fueron revaluados.
En comparación con las personas que ejercitaron la respiración profunda, los que soplaron la caracola presentaron un 34% menos de somnolencia durante el día y tuvieron una mejor impresión autorreportada de su su descanso. La polisomnografía reveló que tenían entre cuatro y cinco apneas menos por hora en promedio. También presentaron mayores niveles de oxígeno en sangre durante la noche.
La forma en la que se sopla la caracola es "bastante distintiva", describe Sharma. "Implica una inhalación profunda seguida de una exhalación fuerte y sostenida a través de los labios fuertemente fruncidos. Esta acción crea fuertes vibraciones y resistencia al flujo de aire, lo que probablemente fortalece los músculos de las vías respiratorias superiores".
Esto puede ayudar a su vez a reforzar la garganta y el paladar blando, "áreas que a menudo colapsan durante el sueño en personas con apnea obstructiva del sueño (OSA)". El doctor pretende ahora ampliar el estudio a más centros para contar con más pacientes de una demografía más variada, además de medir con mayor precisión la mejora del aporte de oxígeno, del tono muscular y de la calidad del sueño.
