Los estudios en nutrición han demostrado en los últimos años que muchas de las normas que nos imponemos a la hora de comer son, en realidad, mitos. Y estas costumbres tan arraigadas no siempre son fáciles de cambiar.
No ha sido fácil asumir mensajes como que el zumo de naranja no es saludable, pero la naranja, sí; que el pan blanco se parece mucho al azúcar en cuestión de glucosa en sangre o que no es necesario tomar lácteos.
Y la nueva evidencia en nutrición también nos ha llevado a cuestionar si es realmente necesario comer obligatoriamente tres veces al día. De hecho, los períodos controlados de ayuno se recomiendan con cada vez más frecuencia.
En este sentido, el médico centenario John Scharffenberg ha explicado en un vídeo de YouTube que él mismo no come nunca tres veces al día. En concreto, este norteamericano evita a diario la cena.
El doctor Scharffenberg sigue trabajando como profesor de nutrición en Loma Linda, California, también participa en charlas sobre salud y sigue conduciendo su Toyota Prius rojo a los 102 años.
"Sólo como dos veces al día, es algo diferente a lo que hace mucha gente", explica este médico. Explica que es algo que se ha popularizado últimamente, pero que él, como adventista, ya hace durante años.
"La dietista Courtney Peterson, de Alabama, empezó con la idea en Estados Unidos, pero nosotros, los adventistas del séptimo día, solemos enseñar que es una cosa buena que hacer", ha explicado Scharffenberg.
Los adventistas del séptimo día son una comunidad cristiana que da mucha importancia a los hábitos de vida saludable como parte de su fe. Promueven el ejercicio y la dieta vegetariana entre sus adeptos y la abstinencia de alcohol, tabaco y drogas.
De hecho, Scharffenberg es un vegetariano convencido y anima en sus intervenciones a pasarnos a una dieta de este tipo, ya que los estudios muestran que reduce el riesgo de las enfermedades más letales.
El horario de Scharffenberg
Loma Linda, una comunidad adventista y donde Scharffenberg da clase, es una de las cinco zonas azules del mundo. Es decir, se trata de un área del mundo en la que hay una mayor proporción de centenarios.
Es más, mientras que la esperanza de vida en Estados Unidos se encuentra en los 79 años, la de Loma Linda es hasta diez años mayor. Esta comunidad es, por tanto, un buen ejemplo de la importancia de los hábitos.
Según Scharffenberg, el hecho de hacer sólo dos comidas al día es algo que la profeta del adventismo Ellen White ya contemplaba en sus escritos sobre salud. Y, por tanto, la comunidad practica con frecuencia.
Incluso, Scharffenberg explica que crió a sus hijos con dos comidas al día. "Yo empecé cuando mis hijos eran suficientemente mayores para comprobar si yo cenaba o no", dice entre risas. "Así que llevo muchos años haciéndolo".
"Desayuno sobre las seis y media de la mañana, me despierto a las cuatro. Y luego la comida la hago entre las doce y media y la una del mediodía, así que puedo comer con otras personas a esas horas", cuenta.
A partir de entonces, Scharffenberg no come más hasta el día siguiente. Hay que tener en cuenta, eso sí, que este médico se va a la cama muy pronto, "entre las ocho y las nueve de la noche".
"No paso hambre. Sólo tienes hambre las dos o tres primeras semanas después de empezar a comer dos veces al día", explica. "Lo que solemos decir es que, si pasas hambre, bébete un vaso de agua. Nada de picar".