Vacas en una granja.

Vacas en una granja.

Salud

La letal gripe aviar se propaga ya en vacas lecheras: los científicos dan la voz de alarma

En Europa no se realizan pruebas de gripe aviar a las vacas porque hasta ahora no se había observado nunca esta enfermedad en ellas.

2 abril, 2024 02:44

El virus H5N1 es un tipo de gripe aviar que desde 2020 está causando la muerte de millones de aves, tanto salvajes como de corral, en prácticamente todo el mundo. No sólo es una grave amenaza a la biodiversidad de estas especies y a la ganadería, sino que el virus amenaza con adaptarse a algunos mamíferos. Se ha encontrado en leones marinos, en granjas de visones e, incluso, entre gatos domésticos. Ahora, tres estados de Estados Unidos —Texas, Kansas y Michigan— han declarado haberlo encontrado en granjas de vacas lecheras y es muy posible que aparezca en otras de Idaho y Nuevo México.

El estado de Texas, además, ha advertido este lunes de que una de las personas que estuvo en contacto directo con estas vacas también ha resultado infectada. El único síntoma que ha declarado ha sido una inflamación en el ojo y, después de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) hayan confirmado la infección con un test, el paciente ha sido tratado con el antiviral oseltamivir. A pesar de este aviso, las autoridades siguen considerando que el riesgo de contagio entre humanos es bajo.

Todavía no está claro cómo estas vacas se han infectado con el virus, ni cómo se ha transmitido. Lo más probable es que haya sido a través del contacto directo con aves contagiadas de una fuente de agua contaminada con heces o saliva de estas, "teniendo en cuenta que en varias de las granjas afectadas en Texas se habían encontrado días antes aves silvestres muertas por H5N1", explica Elisa Pérez Ramirez, viróloga veterinaria en el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA) del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Síntomas en vacas

Sin embargo, los científicos están investigando si es posible que el virus se haya transmitido entre las propias vacas, lo que "es más preocupante porque supondría que el virus se ha adaptado a la transmisión entre mamíferos", según Pérez Ramírez. En cualquier caso, Raúl Rivas, catedrático de Microbiología en la Universidad de Salamanca, también coincide en que la forma más probable por la que ha debido producirse este contagio es el contacto directo con aves contagiadas. "En principio, el clado que ha afectado a las vacas parece ser el mismo que circula en las aves", explica Rivas.

Si bien el virus H5N1 suele dejar síntomas respiratorios, Rivas explica que en este caso las vacas han manifestado problemas gastrointestinales. Las vacas infectadas mostraron una importante reducción en la producción de leche, pérdida de apetito y, en algunos casos, fiebre. De todas formas, Pérez-Ramírez afirma que todavía falta información sobre esta sintomatología: "Desconocemos qué porcentaje de las vacas infectadas muestran cuadro clínico o si los síntomas que se han registrado están realmente causados por esta infección o puede haber detrás alguna otra causa que aún no se ha identificado".

En este caso, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) no ha exigido a los granjeros sacrificar a sus vacas, como sí hace cuando el virus se transmite entre aves de corral. Este organismo ha desaconsejado beber leche cruda o comer alimentos a partir de este ingrediente. La leche pasteurizada, en cambio, sí ha sido reconocida como segura, ya que este proceso inactiva el virus. "De hecho, aún no sabemos si lo que se ha encontrado en la leche es sólo material genético, que detecta una PCR, o si hay un virus con capacidad de infectar", destaca Pérez-Ramírez.

Mayor vigilancia

Que se hayan producido estos síntomas tiene un aspecto positivo. Ha permitido que la infección no pase desapercibida y, de esta manera, el virus no se ha seguido replicando en el interior de mamíferos, lo que podría dar lugar a nuevas variantes mejor adaptadas. "El riesgo para los humanos se clasifica como bajo porque a pesar de la enorme incidencia del virus en poblaciones animales a nivel mundial, ha habido muy pocos casos de infección en humanos", explica Pérez-Ramírez. En cualquier caso, cada vez más animales domésticos se han visto infectados. 

En octubre de 2022 se detectó un brote de H5N1 en una granja de visones en nuestro país, el año pasado se encontró el virus en gatos tanto en Polonia como en Corea del Sur, hace unas pocas semanas en unas cabras en el estado de Minnesota, en Estados Unidos. Tanto Rivas como Pérez-Ramírez explican que esta situación requiere mejores medidas de seguridad y de vigilancia, tanto en estos animales como en las personas que trabajan con ellos. La vía por la que más frecuentemente se han contagiado humanos es el contacto estrecho y prolongado con aves de corral enfermas o muertas y también con espacios contaminados con sus heces o cadáveres.

"Los casos de infección por H5N1 en vacas y cabras en Estados Unidos deben alertarnos porque no es improbable que algo así pueda pasar en Europa o que incluso ya haya ocurrido, pero haya pasado desapercibido", explica la viróloga veterinaria. Por su parte, el catedrático de Microbiología apunta que "todavía no sabemos si hay muchos animales asintomáticos, que es una posibilidad, y que esté más extendido de lo que pensamos". Pérez-Ramírez advierte de que las vacas en Europa no reciben análisis de gripe aviar, porque hasta ahora nunca se había producido un contagio de este tipo.

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La experta cuenta que en los últimos meses la incidencia ha descendido en el mundo, pero siguen dándose casos alarmantes. El último de ellos, tal y como se explica en este artículo de EL ESPAÑOL, fue detectado por investigadores españoles en la península Antártica amenazando a págalos y pingüinos. "Tal y como está la situación, vamos a ver más aves y más mamíferos afectados, la extensión es global. El virus está en todo el planeta y tenemos que concienciarnos de que esto no va a cambiar de golpe", explica Rivas. "Los virus se empeñan en demostrarnos que nuestra salud está totalmente conectada a la de los animales y a la del medio ambiente que compartimos", subraya Pérez-Ramírez.