En su primera comparecencia ante los españoles desde sus vacaciones, el presidente Pedro Sánchez no ha podido ofrecer las buenas noticias que todos hubiéramos esperado. El verano no le ha sentado nada bien al coronavirus y, contra las esperanzas de algunos, no sólo no se ha hecho más débil, sino que parece estar tomando carrerilla para que la situación del país se vuelva a asemejar a la los meses de marzo y abril. 

Pero en medio del panorama negativo -que Sánchez ha suavizado aclarando que España está lejos de la situación de marzo, porque el virus se conoce mejor que entonces-, un dato sí le ha hecho presumir de país: el número de PCR que se están llevando a cabo tanto por el Gobierno central como por las comunidades autónomas: una cifra que asciende ya a más de 5,8 millones de este tipo de test. 

Sin embargo, ese número no es suficiente para España, según explica a EL ESPAÑOL el portavoz de la Sociedad Española de Epidemiología Joan Caylà y han denunciado muchos más investigadores. Y no lo es a pesar de que, como ha dicho Sánchez, se ha aumentado la capacidad de diagnóstico y se realizan hoy en día un 168% más de PCR que cuando terminó el estado de alarma. 

El problema es que, como decía la gran Lola Flores, las cosas, incluidas las PCR, se han de hacer con método. Y de poco sirve llevar a cabo un número elevado de test, si no se acompaña de su correspondiente rastreo. 

Hay un ranking que compara datos de PCR realizadas por casos detectados, que es el parámetro que permite realmente valorar si el número de pruebas es suficiente. Así, como explica Caylà, si se ajustan los test que se han hecho en España al número de casos detectados, saldría un ratio de 20 PCR por cada caso. 

Como se puede ver en este gráfico del cardiólogo Guillermo Aldama, nuestro país queda muy por debajo de otros que han mejorado mejor la pandemia tras el desconfinamiento.

En Italia la cifra sería de 100 por caso, mientras que en Corea del Sur, 200. En el país que más cerca ha estado de controlar la pandemia, Nueva Zelanda, se han hecho 2.000 PCR por cada caso. Eso sí que es un buen rastreo de contactos. "Si ajustamos a esto, España estaría en la cola", asevera el epidemiólogo. 

La Organización Mundial de la Salud lo ha dicho: "Hay que invertir en la realización de PCR, en hacer bien el aislamiento y en el estudio de contactos". Pero tanto cuando habla Sánchez como cuando lo hace lunes y jueves Simón, es sólo el primer punto el que resaltan, quizás porque sea el que depende más del Gobierno central. 

PCR por caso detectado. Guillermo Aldama

Aldama lo explica en su Twitter: "Si haces pocos test por caso detectado se te escapan muchos infectados. Y esa es la razón de que los casos se hayan disparado. Cuando esta cifra cae por debajo de 30 los rebrotes se disparan, por debajo de 20 el crecimiento es imparable". Averigüen en qué cifra está España. 

El mismo especialista ha recopilado este mismo dato por comunidades autónomas y en el siguiente gráfico se ve como la región que más PCR hace por cada caso es también la que es la joya de la corona de la gestión de la Covid en España: Asturias

PCR hechas por cada caso detectado según las CCAA. Guillermo Aldama.

Pero llama casi más la atención las comunidades que ocupan los últimos tres puestos de la lista, por debajo incluso de la ya mermada media española: Aragón, Madrid y Cataluña. 

Por poner un ejemplo concreto, si los estudios de contactos se hicieran bien, de un único caso detectado por síntomas o de forma casual -como tener que someterse a una operación-, a través de una PCR se tendrían que hacer numerosas pruebas más: a sus convivientes, a los que no lo son y a los contactos respectivos de cada persona que diera positivo a partir de ese primer contagio. Eso es lo que hace aumentar el número de PCR por caso y es lo que explica que en España sea tan bajo

Por eso, el número de PCR en bruto no significa demasiado. Aunque Caylà cree que, como hacen muchas comunidades autónomas, se deben hacer PCR masivas en zonas de riesgo apunta que dichas zonas han de ser bien escogidas -por tener una elevada incidencia- pero, sobre todo, que la realización de las pruebas ha de estar "condicionada a que los positivos sean aislados y sus contactos estrechos confinados". "Si no, esto pierde sentido", añade.

Para Caylà, la clave del fracaso de España en la realización de PCR por caso detectado se debe a una "desescalada muy rápida". El tener que recuperar rápidamente la actividad económica y el asumir que el virus perdería capacidad infectiva en verano -algo que no ha ocurrido- son otras de las razones de que hayamos llegado así a finales de agosto. 

"Las autoridades prácticamente se olvidaron de la Covid y no se impulsaron buenos estudios de contactos", comenta el epidemiólogo que, no obstante, tiene muy claro que también hay parte importante de responsabilidad de la población

Además de cumplir las famosas tres emes -mascarilla, metros de distancia y lavado de manos-, también hay que acatar los confinamientos, recalca el experto. Y sí, eso incluye confinarse aunque una PCR haya salido negativa tras un contacto estrecho con un infectado

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