Nos encontramos inmersos en la transformación en la demografía española. La pirámide de población continúa envejeciendo y la estadística lo confirma. El informe ‘Envejecimiento en Red’, elaborado por el CSIC, indica que el 20% del total de la población de España (8,8 millones de personas) es mayor de 65 años y que esta cifra aumentará rápidamente en el corto plazo.

Las proyecciones del INE señalan que en 30 años habrá alrededor de 14 millones de personas mayores en nuestro país. Y aunque la gran proporción de ancianos -sobre todo a partir de los 80 años- también puede considerarse una de las causas de la mayor prevalencia de patologías crónicas y enfermedades neurodegenerativas, lo cierto es que las personas mayores son cada vez más activas y gozan de mejor salud hasta edades más avanzadas. 

Esta tendencia ha dado lugar a un nuevo perfil de persona mayor. La mayor esperanza de vida, el acceso universalizado al sistema de salud, el diagnóstico precoz de enfermedades y buenos hábitos como el ejercicio (España es el país más saludable del mundo según el estudio Healthiest Country Index elaborado por Bloomberg) han mejorado la salud de los mayores en la vejez, haciendo que evolucionen las necesidades de este grupo de población en cuanto a los cuidados. Con ellas se transforma también la atención asistencial prestada y surgen así nuevas fórmulas que atienden a cuidados cada vez más especializados y centrados en la atención al paciente. 

La socialización, clave en el bienestar de los mayores

Hasta ahora, las opciones que ofrecía el sector para la atención a personas mayores pasan, principalmente, por el ingreso en una residencia geriátrica o un centro de día y es que, según el INE, un 69% de los mayores de 80 años acude a uno de estos centros. En la red asistencial de Sanitas Mayores, que cuenta con 46 residencias de mayores, 17 de ellas con centros de día, estos espacios se han convertido en un pilar fundamental de la estrategia de la compañía por el aumento de la demanda en los últimos años. 

Los centros de día cumplen un papel fundamental en la socialización de los mayores. En ellos se realizan multitud de actividades de ocio en grupo como talleres de manualidades, lectura, clases o proyección de películas. “Tanto la práctica de actividades físicas y de ocio como el fomento de la participación social tienen un impacto directo en el bienestar de los mayores y consigue, por tanto, que sean más autónomos y mantengan al máximo su independencia y, en algunos casos, una reducción del consumo de fármacos”, explica David Curto, doctor y jefe de Gestión Asistencial de Sanitas. A veces, incluso les ayudan a combatir patologías como la depresión y la ansiedad

Este tipo de actividades fomentan el ‘envejecimiento activo’, que permite a las personas mayores mejorar su calidad de vida y disponer de más autonomía durante el mayor tiempo posible. “La estimulación cognitiva también es beneficiosa a la hora de desarrollar la agilidad mental y estimular la plasticidad neuronal”, continúa Curto, y puede retrasar la aparición y ralentizar el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas y patologías asociadas a la demencia como puede ser el alzhéimer.  

Los cuidados profesionales se trasladan también al hogar

A pesar de las mejoras y modernización de los centros residenciales, muchos mayores prefieren mantenerse en su casa. De acuerdo con un estudio de Sanitas, 6 de cada 10 personas mayores de 60 años se muestran inquietas ante la posibilidad de tener que dejar de vivir en su casa algún día. 

Para dar respuesta a esta realidad cada vez más frecuente, Sanitas lanzó En Casa Contigo, un programa para acercar los cuidados profesionales al ámbito familiar. Este nuevo servicio atiende a las personas mayores que quieran mantener su residencia en casa pero que necesitan otros cuidados específicos: desde atención médica a fisioterapia o rehabilitación. También es un modo de asesorar a las familias en casos donde se esté comenzando una fase de dependencia y de deterioro cognitivo. “Mantener como residencia su hogar puede ser una buena opción, siempre y cuando se eviten los efectos del aislamiento para tener unos cuidados profesionales y personalizados para conservar una correcta estimulación cognitiva y una buena actividad física”, afirma Pedro Cano, director de Innovación Médica de Sanitas Mayores. 

El proceso es sencillo. En primer lugar, los profesionales de Sanitas realizan una valoración multidimensional en el domicilio para identificar las necesidades de cuidados del mayor. Una vez establecidos las terapias que se llevarán a cabo, los profesionales de Sanitas acudirán al hogar del mayor a prestar los servicios necesarios. Mientras tanto, los familiares y el usuario podrán empezar a usar la app Sanitas En Casa Contigo para tener acceso a informes de seguimiento, así como para tener la posibilidad de enviar mensajes y realizar videollamadas con el equipo asistencial. 

En la actualidad, Sanitas En Casa Contigo está disponible en Madrid, Alcalá de Henares, Getafe, Las Rozas, Barcelona, Girona, Zaragoza, Las Palmas, A Coruña, Vigo, Salamanca y Valencia.

El fomento de las relaciones sociales, el estímulo de actividades cognitivas, la realización de ejercicio físico y las propuestas nutricionales saludables forman parte de la voluntad de Sanitas para ofrecer cuidados personalizados que se adaptan a las necesidades y deseos de cada persona. El envejecimiento activo y ‘feliz’ llega con las nuevas fórmulas de cuidados ofrecidos en los centros profesionales y, ahora, también en el hogar del mayor.