Si aún no sabes qué hacer este puente y Valencia te pilla a mano, todavía puedes asistir al Being One Fórum 2018,"un foro de diálogo libre y plural acerca de qué o quiénes somos y nuestra relación con El Universo, sin dogmas ni verdades absolutas". Suena bien, ¿verdad?

Por el precio no será, ya que puedes asistir a una sesión (viernes 12, sábado 13 o domingo 14) en un lugar privilegiado del Palacio de Congresos de Valencia por sólo 350 euros y menos de mil euros si coges entrada para las tres. Ni por la distancia: tienes el streaming completo para disfrutarlo desde casa por menos de 60 euros.

¿Y qué puedes ver? A 12 conferenciantes y algún concierto que forman"el evento de crecimiento personal más importante de Europa", según sus promotores. Aunque también hay otra forma de verlo:"Es la mayor tomadura de pelo de autoayuda y coaching de Europa", resume el psicólogo y divulgador científico Eparquio Delgado en declaraciones a EL ESPAÑOL.

Decía Carl Sagan en El mundo y sus demonios que en el corazón de alguna pseudociencia"se encuentra la idea de que el deseo lo convierte casi todo en realidad". Esta afirmación sería una buena síntesis para muchas de las propuestas de los conferenciantes.

"Un cáncer es una bendición"

Entre ellos está Mabel Katz, autora del libro El camino más fácil, que se presenta como"la autoridad principal del Ho’oponopono, un antiguo arte hawaiano para resolver problemas". Propone"aceptar que todo lo que viene a nuestra vida es perfecto aunque no lo parezca: un cáncer, una falta de trabajo, una pareja que nos deja. Es una oportunidad de crecer, todo es una bendición en la vida", decía en una entrevista en Chile.

¿Y de qué me sirve tener la bendición de un cáncer si me muero?, alegaba la presentadora en aquella ocasión. Entonces su respuesta culpabiliza al paciente del desenlace:"Porque me lo creí el cáncer, porque lo compré, porque lo resistí en vez de mostrarle la otra mejilla del amor".

"Sería denunciable"

Este tipo de discurso, potencialmente peligroso para la salud,"sería denunciable", afirma Fernando Frías, abogado, socio fundador de la asociación Círculo Escéptico y miembro de la ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico."Existe la libertad de expresión, pero el artículo 20 de la Constitución también recoge el derecho a recibir información veraz, puedes emitir tus opiniones, pero no mentir, y en materia de salud hay mecanismos específicos para sancionar si algo es peligroso", recuerda.

Las autoridades"pueden llegar a prohibir un evento si tienen fundadas sospechas de que puede ser peligroso para la salud y, de hecho, tienen la obligación de hacerlo y ha ocurrido alguna vez con los antivacunas". Sin embargo, en este caso nada anuncia un contenido de este tipo de forma explícita. Aún así,"se puede verificar lo que pasa y sancionar a posteriori". En su opinión,"es fundamental que las autoridades se pongan las pilas".

Pseudociencias "delirantes"

"Es una concentración de pseudociencias, unas más peligrosas que otras, en la que tienen cabida todo tipo de cosas delirantes", señala Vicente Prieto, biólogo y presidente de la asociación Círculo Escéptico.

Un ejemplo es la charla sobre tapping,"una especie de acupuntura a base de golpecitos que dicen que sirve para resolver bloqueos energéticos. Pero… ¿qué son los bloqueos energéticos?", se pregunta.

Para detectar a los gurús que sólo venden humo, recomienda fijarse en cómo utilizan palabras científicas para acabar hablando de creencias sin demostrar y ahí el término"energía" se lleva la palma. Además,"cuando dicen ser expertos en muchas cosas, probablemente no lo son en ninguna". Y si le ponen apellidos a la medicina –holística, naturista, alternativa–, tampoco son de fiar.

Lejos de los conocimientos científicos y las evidencias, se trata de palabrería vacía de contenido que incluye mensajes contradictorios entre sí sin mayor problema. Lo importante es que suene bien, inspirador y motivador."Vienen a vender su libro", asegura.

La trampa de la autoayuda

De hecho, Being One Fórum presenta a los conferenciantes como"12 best-seller nacionales e internacionales". Es decir, que aparentemente les une haber escrito algún libro de éxito de esos que se suelen enmarcar en la categoría de autoayuda.

Eparquio Delgado, autor de Los libros de autoayuda ¡vaya timo! (Laetoli, 2014), explica que este concepto alude a obras que"publica cualquiera con métodos maravillosos para alcanzar la felicidad, superar el dolor o mejorar la autoestima". Los lectores creen que los autores son sabios y rigurosos,"pero la realidad es que ninguno se basa en pruebas; Paulo Coelho no hace estudios. Estos libros se escriben para vender, no para ayudar".

Incluso cuando están basados en técnicas psicológicas, hay que distinguir entre una terapia y una lectura:"Es como si para aprender a nadar te comprases un libro sobre natación", pone como ejemplo. Otra cosa es que en el contexto de una terapia psicológica una lectura pueda ser coadyuvante.

La moda del coaching

El concepto de coaching goza de mejor prensa, pero no deja de ser muy similar."La diferencia es que en la autoayuda sólo estás tú y en el coaching alguien te guía", comenta Eparquio Delgado. Sin embargo,"no es una disciplina, ni mucho menos ciencia".

En los años 80 el término pasó del contexto deportivo (coach significa entrenador) al empresarial, pero se trata de un conjunto de procedimientos heterogéneos que"carecen de base teórica, filosófica ni científica". Esta idea"paternalista" –alguien que enseña– se ha puesto de moda y no deja de ser explotada en cualquier ámbito: incluso existen entrenadores personales nutricionistas.

"El problema es que el coaching esquiva la regulación sobre profesiones sanitarias, es un negocio privado que busca un reconocimiento", señala el experto.

Además, desde una perspectiva sociológica, todas estas vías llevan a la búsqueda de soluciones individuales."Hay un punto de ideología neoliberal en todo esto, te están diciendo "búscate la vida" frente a problemas que pueden ser colectivos como la pobreza o el acoso laboral", agrega.

La tergiversación de la inteligencia emocional

Una de las estrellas del evento es Daniel Goleman,"psicólogo, periodista científico del New York Times y profesor en Harvard". Este sí parece un tipo serio. Saltó a la fama cuando publicó Inteligencia emocional, un best seller de 1995. De hecho, las teorías sobre inteligencia emocional pasaron sin pena ni gloria hasta que apareció ese libro. Sin embargo,"podría ser un constructo psicológico interesante, pero requiere investigación para demostrar que realmente es útil", señala Eparquio Delgado.

Todo lo que se ha difundido hasta ahora se aleja mucho de los teóricos iniciales, Peter Salovey y John Mayer, incluyendo el libro de Goleman, que"intoxicó el concepto", enfocándolo hacia el éxito y el liderazgo.

"La psicología estudia el comportamiento, el problema es que enseguida se le busca una aplicación", opina el experto. Para colmo,"hay mucho intrusismo y no se persigue a los pseudoprofesionales, cualquiera dice ser terapeuta o coach sin tener titulaciones ni formación ni ofrecer garantías".

"Milagritos" frente a la complejidad de la psicología

En ese sentido,"en psicología tenemos que superar de una vez el debate sobre si una terapia es científica o no lo es; puede ser que a una persona le sea útil, por ejemplo, hablar con un sacerdote, pero lo importante es estudiar qué procesos hacen que lo sea". Dicho de otra manera,"a diferencia de los materiales, las personas no siempre se comportan igual, depende de la biografía y la situación particular de cada uno, así que es difícil realizar estudios sobre la eficacia de una terapia, hay que llevar a cabo un análisis de la conducta individual que luego dará paso a un tratamiento".

Por lo tanto, resulta absolutamente inverosímil que el criterio personal de algunos gurús que ofrecen conferencias pueda servir como indicador riguroso de la eficacia de los procedimientos que preconizan para todo el mundo.  

No obstante este tipo de eventos se centran en"vender milagritos" y van destinados a un público determinado que"compra un cierto estilo de vida, relacionado con lo alternativo y lo natural, cercano al esoterismo y a las creencias de tipo religioso".

Tras el caos de la primera edición

Quizá por eso el Being One Fórum se consolida con un segundo evento a pesar de que la primera edición, celebrada en mayo de 2017, fue un auténtico desastre organizativo. Iba a tener lugar en la Casa de Campo de Madrid, pero apenas dos días antes se trasladó a la Cubierta de Leganés. El público se encontró con las puertas cerradas y tuvo que esperar horas para que finalmente se celebrase el evento en condiciones precarias.

La decepción de los asistentes se hizo patente en redes sociales, con todo tipo de quejas y acusaciones de fraude:"La entrada me costó 170 euros, que es de las más baratas, hay gente que ha pagado incluso 900 euros", contaba un joven en su canal de Youtube cuando aún se estaba celebrando el evento, al que había renunciado a ir.

Algunas fuentes indican que los conferenciantes llegaron a cobrar 50.000 euros –es normal que repitan este año en Valencia–, mientras la organización pedía voluntarios y contrataba a gente que finalmente no llegó a cobrar como, por ejemplo, un diseñador gráfico que trabajó gratis durante tres meses.

Parece que este año tampoco están ausentes los líos. El pasado domingo, a menos de una semana del evento, Mónica Naranjo comunicaba que el promotor del evento había "cancelado unilateralmente la actuación del próximo día 13 de octubre".

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