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    El ajo es rico en vitamina C, yodo, fósforo y vitamina B6.

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    La batata es un alimento rico en betacaroteno, un nutriente que, de alguna forma, se convierte en vitamina A, que mantiene a raya a los radicales libres.

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    El brócoli es rico en vitaminas A y C y también tiene glutatión.

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    Los champiñones son ricos en selenio y vitamina B.

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    Las bayas de saúco han mostrado propiedades antiinflamatorias y contra los virus del resfriado, pero sólo en laboratorio.

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    Las espinacas son ricas en folatos y en fibras, entre otros muchos nutrientes.

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    El germen de trigo es rico en zinc, antioxidantes y vitaminas del tipo B.

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    El jengibre tiene, además de fibra, vitaminas B6 y C, magnesio, potasio, fósforo, zinc, folato y antioxidantes como riboflavina y niacina

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    El miso es una fuente rica de fibra y proteínas, baja en grasa y con un alto contenido en isoflavonas

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    Las ostras son ricas en zinc, un componente que algunos estudios han asociado a una mejora del sistema inmunológico.

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    La sandía es rica en el antioxidante natural glutatión.

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    El té es una bebida milenaria rica en polifenoles y flavonoides

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    Los yogures son ricos en probióticos, que parecen tener efectos positivos en el sistema inmune, como también lo tiene la vitamina D, otro de sus componentes.

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    La granada tiene gran capacidad antioxidante por su alto contenido en antocianinas, polifenoles y taninos