Son días difíciles para Bernhard Ritter, párroco y responsable de la Sociedad para la Orientación Vital (LEO, por sus siglas alemanas). Ritter reconoce a EL ESPAÑOL que se siente "quemado". "Estoy teniendo dificultades porque estamos siendo perseguidos por personas que no quieren otra cosa más que destruir el trabajo que hacemos aquí para personas que buscan ayuda", dice Ritter desde la pequeña localidad de Bennungen, en el Land de Sajonia-Anhalt (centro germano).

Allí es donde tiene su centro de operaciones LEO, una pequeña organización de carácter religioso cuyas actividades han levantado polémica recientemente en Alemania. El motivo son sus seminarios dedicados a ayudar a personas, entre ellos homosexuales, que arrastran problemas psicológicos como la depresión. Por culpa de esos cursillos, a LEO se la llama estos días una asociación "sanadora de homosexuales".

A principios de mayo, asociaciones alemanas contra la homofobia lanzaron a través de la página de Internet All Out una campaña contra los "sanadores" de la homosexualidad. En ella piden al ministro de Sanidad, el cristianodemócrata Jens Spahn, la prohibición en Alemania de las llamadas "terapias de conversión", en las que, supuestamente, los homosexuales tendrían la posibilidad de hacerse heterosexuales. Sören Landmann, presidente de la asociación alemana Alianza Activa contra la Homofobia, está detrás de esa iniciativa.

"LEO está ofreciendo seminarios donde, según han contado antiguos participantes de esos cursos, juega un papel el cambio de la homosexualidad. Saber de su existencia nos dejó muy intranquilos y por eso queremos que no se impartan en Alemania, al menos que no se ofrezcan como ayuda a jóvenes adolescentes", explica Landmann a EL ESPAÑOL. Landmann alude a las informaciones que en las últimas semanas se han ido publicado en los medios de comunicación germanos sobre los seminarios que imparte Ritter. Tiene a LEO en su punto de mira.

El responsable de LEO explica que los cursos tienen lugar entre dos y tres veces al año. A ellos han asistido algunas personas que se han "liberado de sentimientos homosexuales no deseados", según sus términos. "Nosotros no pensamos en corregir la homosexualidad, nosotros ayudamos a personas que tienen problemas consigo mismas", sostiene Ritter. En LEO no ofrecen sus servicios, la gente con problemas acude a ellos, según plantean sus responsables.

Ritter lleva lustros haciendo esos cursos. "En 35 años de actividad nos hemos ocupado de más de mil personas en nuestros seminarios", dice el responsable de LEO. Sin embargo, Ritter defiende que esos cursos no están destinados a la conversión ni a la curación de homosexuales. "Nosotros nunca utilizamos términos como curar la homosexualidad. Yo no puedo sanar a nadie. El único que puede sanar es Dios", abunda el religioso.

Ritter, el que imparte los cursos de la polémica.

"Nosotros organizamos seminarios que tienen que ver con personas que traen sentimientos de dolor desde hace ya tiempo. Son sentimientos que no desean. Hay miedos, depresión, por ejemplo. Con argumentos psicológicos, nosotros les ayudamos, pues tenemos una larga experiencia", expone Ritter. En ese contexto, "ha habido gente que ha llegado a desarrollar una capacidad heterosexual. También hay otros que no lo han hecho. Nosotros no podemos garantizar nada", añade.

La homosexualidad como "problemática psíquica"

Ritter explica que entre las referencias teóricas que utiliza en sus seminarios están, por ejemplo, los escritos del psicólogo neerlandés Gerard van den Aardweg, autor de libros como Homosexualidad y esperanza: terapia y curación en la experiencia de un psicólogo (Ediciones Universidad de Navarra, 2005). En él se explica la homosexualidad no como una condición normal, sino como una orientación sexual producto de una "problemática psíquica que puede ser curada con éxito". Esa es la descripción que ofrece el editor del libro traducido al español.

Ritter también extrae contenidos para sus cuestionados seminarios de obras de Van den Aardweg como Science says NO!: The Gay Marriage Deception, o La ciencia dice NO!: la desilusión del matrimonio gay (Ed. Lumen Fidei Press, 2015). Ese libro es todo un alegato contra el matrimonio homosexual, un "escándalo que debe deshacerse", según se afirma en la presentación del volumen que inspira a Ritter y compañía. Se publicó en el marco del debate público irlandés en los días previos al referéndum sobre el matrimonio gay en el país insular del noroeste europeo. En esa votación, celebrada en 2015, el "sí" se impuso con un 62% de los votos.

Otras referencias que utiliza este párroco en sus seminarios son los trabajos de la estadounidense Asociación para la Investigación y la Terapia de la Homosexualidad (NARTH, por sus siglas inglesas). "NARTH es una organización de varios cientos de terapeutas que se ocupan de personas homosexuales que quieren salir de la homosexualidad. Lo que hacemos nosotros es parecido, pero trabajamos de otra forma", aclara Ritter.

Fundamentos de "ciencia basura"

Los seminarios de Ritter duran unas 16 horas, distribuidas en una semana entera. Las clases tienen lugar desde temprano por la mañana hasta la noche, con alguna pausa en el día. Para Ritter, no parece ser un problema que a Charles Socarides, co-fundador de NARTH, se le atribuyan frases como: "la homosexualidad es un desorden psicológico y psiquiátrico, no hay duda de ello".

A la supuesta base científica con la que trabajan estos terapeutas sus críticos la llaman "ciencia basura". Es más, a NARTH la han descrito "como un grupo marginal en total ruptura con cualquiera que tenga un conocimiento científico rudimentario". Esos son los términos de Wayne Besen, fundador de la también organización estadounidense Truth Wins Out o La Verdad Triunfa (TOW), que lucha contra el "extremismo religioso anti-gay".

Ritter, por su parte, también asume la inspiración religiosa de sus seminarios. "En LEO somos cristianos, unas 25 personas que venimos de diferentes iglesias, protestantes, católicas, muy diferentes. Tenemos la idea de que cada persona tiene una relación personal con Cristo y que tomamos la palabra de la Biblia en serio. La creencia en Dios, Jesucristo nos une", afirma. "Nosotros lo que queremos es dar ánimo y ayudar a la gente a que viva de forma cristiana en este mundo", abunda.

Ritter es consciente de que buena parte de la sociedad da la espalda a su propuesta. "Antes este trabajo se podía hacer más amablemente", dice, aludiendo a sus seminarios. "Hoy, debido a la sociedad que tenemos, el espacio para tener esta discusión es mucho más estrecho", afirma. Esta circunstancia la celebra Landmann, el responsable de Alianza Activa contra la Homofobia.

El próximo seminario de Ritter, en otoño

Su campaña para convencer al ministro de Sanidad de prohibir los seminarios de conversión de homosexuales a heterosexuales ha recogido en pocas semanas el apoyo de más de 20.000 personas a través de la plataforma All Out. La iniciativa también cuenta con el apoyo de la Federación de Lesbianas y Gays de Alemania (LSVD, por sus siglas alemanas).

"Nosotros vemos aquí al ministro de Sanidad en la obligación de actuar, queremos que esas terapias sean prohibidas a menores, además de que haya una explicación sobre el peligro de esos programas", dice a EL ESPAÑOL Markus Ulrich, portavoz de la LSVD.

La comunidad científica, según Landmann, está de su lado. "La gran mayoría de psicólogos y médicos piensan como la mayoría de la sociedad. A saber, que la homosexualidad no debe tratarse", dice el presidente de la Alianza Activa contra la Homofobia. "El problema es que muchas personas pueden tener problemas con su identidad sexual como consecuencia del rechazo de su entorno. Esto lleva a pensar que no está bien ser homosexual. También puede ser que ser homosexual entre en conflicto con sus creencias religiosas", abunda.

Ante este tipo de casos, se pueden buscar ayuda a seminarios de "orientación vital" como los de LEO o recurrir a lo que Landmann entiende que es la norma. "Por lo general, los psicólogos que están tratando este tipo de casos tienen el foco en fortalecer a la persona, en que acepte su homosexualidad y que integre eso en su personalidad. Por ejemplo, afirmando que se puede ser cristiano y homosexual", expone.

A la espera de ver si termina pronunciándose Jens Spahn, el ministro de Sanidad de la canciller Angela Merkel, la iniciativa contra los "sanadores de la homosexualidad" de All Out cuenta con el apoyo de 23.355 personas en el momento de escribir estas líneas. El objetivo, que consiste en llegar a 30.000, está muy cerca de alcanzarse. Hasta ahora, en suelo europeo, sólo en Malta están prohibidas estas terapias de conversión con menores. En Estados Unidos esa prohibición está más extendida. Pero sólo en el estado de California están prohibidas en adultos.

El próximo seminario de LEO está a la vuelta de la esquina. "Tendrá lugar este otoño", concluye Ritter.

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