Corren buenos tiempos en el tratamiento del mieloma múltiple. Este cáncer hematológico, que a menudo se diagnostica tarde porque se confunde con dolor de espalda, ha pasado de ser una enfermedad de muy mal pronóstico a todo un baúl de nuevas oportunidades. 

Cada cierto tiempo las revistas científicas incluyen artículos sobre la eficacia de nuevas terapias que desafían el dogma de que se trata de un cáncer incurable. Aunque esto no quiere decir que haya dejado de serlo, el cada vez mayor alargamiento de la esperanza de vida de los pacientes hace que sea cada vez más difícil asegurarlo. 

En este clima de buenas noticias, médicos y pacientes han recibido con agrado la nueva indicación de un fármaco llamado lenalidomida, que es la primera y única terapia de mantenimiento para pacientes diagnosticados por primera vez con mieloma múltiple que han sido sometidos previamente a un trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos (TAPH). 

"Los pacientes con mieloma múltiple estamos esperanzados a la luz de los avances conseguidos en la última década: hemos pasado de no disponer de tratamiento a conseguir terapias que permiten largas remisiones, como es este caso", ha explicado la presidenta de la Comunidad Española de Pacientes con Mieloma Múltiple, Teresa Regueiro. 

El medicamento, en su nueva indicación, pertenece a ese tipo de medicamentos llamados de primera línea, ya que se prescriben cuando aún no ha fracasado ningún otro. Estas son, según la coordinadora de la Unidad de Mieloma Múltiple del Hospital Universitario de Salamanca, María Victoria Mateos, las que permiten obtener "un mayor beneficio, con un abordaje continuo para conseguir respuestas profundas y duraderas, que puedan llegar a plantear la curación de algunos pacientes con mieloma múltiple". 

Otra de las ventajas de la nueva indicación del fármacos es que permite "una buena calidad de vida, habiendo pacientes que continúan su actividad de forma óptima aun estando bajo tratamiento". 

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