No importa el número de mensajes alarmantes que figuren en las cajetillas de tabaco ni las campañas con las que día a día se pretende concienciar a la población. Cuando alguien ya está enganchado, dejar de fumar puede ser uno de los retos más difíciles de toda su vida.

Por eso, es importante encontrar métodos sencillos que ayuden a los fumadores a reducir los síntomas que los bombardean después de un periodo de abstinencia.

Un buen ejemplo de estas nuevas técnicas ha sido estudiado por un equipo de investigadores británicos, cuyos resultados se han publicado en British Journal of Pharmacology.

Ejercicio para dejar de fumar

Enero es un mes de nuevos propósitos y dejar el tabaco es uno de los más populares, junto a la realización de más ejercicio. ¿Pero qué pasaría si ambas cosas pudieran retroalimentarse entre sí?

Esto es lo que se preguntaron el Dr. Alexis Bailey y su equipo después de analizar estudios previos en los que se establecía una relación entre el ejercicio físico y la mejora del síndrome de abstinencia de los fumadores.

Lo que no tenían tan claro era el motivo de este vínculo, por lo que realizaron un sencillo estudio, protagonizado por un conjunto de ratones a los que se administró regularmente nicotina durante catorce días.

Después eliminaron el tratamiento y dividieron a los animales en tres grupos: uno que no realizó ningún tipo de ejercicio, otro que tuvo que correr en la rueda durante 24 horas diarias y otro cuya jornada de ejercicio sólo duraba dos horas.

Dos semanas después del entrenamiento se evaluaron los síntomas de abstinencia de los roedores, a la vez que se analizaban sus distintas regiones cerebrales.

Los ratones que habían realizado ejercicio durante el periodo sin nicotina tuvieron menos síntomas de abstinencia que los sedentarios, independientemente de las horas de entrenamiento. Además, experimentaron un aumento de la actividad del receptor nicotínico de acetilcolina alfa 7, situado en el hipocampo, una región cerebral asociada al estado de ánimo y la memoria.

Esto podría explicar por qué el ejercicio es tan beneficioso en este ámbito, aunque los investigadores advierten que aún es demasiado pronto como para determinar una causalidad clara. Sin embargo, si uno de sus propósitos de año nuevo es dejar atrás el tabaquismo, no pierden nada por probar con el ejercicio y matar dos pájaros de un tiro este 2018. Su salud los agradecerá a muchos niveles diferentes. 

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