Verano, calores, poca ropa, cuerpos húmedos y la proximidad de la playa... ya sea en lugares como la playa de Cap D'Age, capital mundial del sexo en público que EL ESPAÑOL ha descubierto para el público español, o porque esta temporada no cesan de darse avistamientos de sexo en público más o menos apropiados, practicar relaciones sexuales en medio de la arena de la playa es algo que tienta cada vez más.

Sin embargo, como bien explica la ginecóloga Melissa Wolf en su libro "Do You Have a Tipped Uterus: 69 Things Your Gynecologist Wishes You Knew", las cosas no son tan fáciles como puedan parecer en una romántica película de Hollywood. Decidir practicar relaciones sexuales en medio de la playa, ya sea de día o de noche, acarrea una serie de riesgos legales, higiénicos y médicos a tener en cuenta.

La arena de la playa no es un colchón

A propósito del supuesto romanticismo que se suele asociar al sexo en la playa, hay que tener en cuenta que incluso las playas de arena suave pueden provocar daños en la piel tales como rozaduras, sobre todo si se secreta sudor.

Como bien indica la Dra. Wolf en su libro, el frotamiento contra la arena puede provocar hinchazón, inflamación, ardor, enrojecimiento e incluso erupciones cutáneas.

Riesgo de infección

Además de las probables abrasiones que provocará la arena de la playa sobre la piel, el riesgo de infección al sufrir - o incluso sin hacerlo - dichas lesiones cutáneas es mayor que en otros lugares más higiénicos.

Tanto en el agua de la playa como en aguas de ríos o lagos habitan multitud de bacterias. Asimismo, en las piscinas cloradas, destacan los hongos, ya que el cloro acaba con las bacterias. Por ello, practicar relaciones sexuales en la playa no está exento de infecciones. E incluso es más probable sufrir una rotura de preservativo debido a la fricción del agua, algo que aumentaría el riesgo de enfermedades de transmisión sexual.

Insectos en la playa

Si bien es cierto que las picaduras de insecto son más comunes en zonas de campo o montaña, las playas no se salvan de dicho riesgo. Desde moscas de la arena hasta pulgas, entre otros insectos, el riesgo es suficiente como para tenerlo en cuenta.

Asimismo, sufrir una picadura en zonas genitales -la vulva o el pene- es más incómodo que en otras localizaciones, y el riesgo de infección es mayor debido a la humedad de la zona por mantenerse todo el tiempo cerrada mediante el uso de ropa interior.

El agua provoca sequedad

Contrariamente a lo que se suele pensar, practicar relaciones sexuales en el agua de mar no aumenta la humedad ni lubrica, todo lo contrario.

El agua marina puede aumentar la sequedad vaginal, algo que puede provocar que la experiencia sexual sea irritante en lugar de placentera.

Arresto por exhibicionismo

De igual forma que practicar sexo en medio de una estación de tren o metro implica un delito de exhibicionismo, realizar dicha práctica en un lugar público como es una playa sin que esta esté habilitada para ello también supone infringir la ley.  

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