Juego de Tronos vuelve este domingo con su nueva  y última temporada. Por eso, el psicólogo Kirk Honda -creador del podcast Psicología en Seattle- ha decidido que se trata del momento perfecto para analizar a algunos de sus personajes más emblemáticos, diagnosticándolos como si se tratase de pacientes reales.

Sólo hay dos cosas que un nuevo seguidor debe tener en cuenta antes de ver la serie: que jamás debe encariñarse con un personaje y que si espera ver retratadas las vidas de personas mentalmente sanas, ésta no es su historia.

Jeoffrey Baratheon: trastorno de conducta y trastorno de personalidad sádica

Uno de los personajes analizados por Honda ha sido Jeoffrey Baratheon. Sin duda, este niño rubio de mirada malvada ha sido desde el principio de la serie uno de los personajes más odiados por los espectadores.

Y no es para menos, teniendo en cuenta la tiranía que no duda en expresar casi desde el primer momento. Por eso, Honda lo ha diagnosticado con un tipo concreto de trastorno de la personalidad sádico, conocido como sadismo tiránico.

Pero no podría afirmarlo al cien por cien, debido a que este tipo de trastornos no deben diagnosticarse en los niños hasta que se hacen adultos y sus personalidades terminan de formarse. Además, el trastorno de personalidad sádica desaparició del Manual de Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales en su tercera edición, por lo que ya no se considera como tal.

De todos modos, el psicólogo analiza el origen de su condición, que podría proceder de los conflictos existentes entre sus padres, la afición por la bebida de su madre durante el embarazo o la endogamia de sus progenitores, que supone muy poco spoiler, por desvelarse desde el principio de la historia.

Ramsay Bolton: trastorno de sadismo sexual, trastorno de la personalidad sádica y trastorno de personalidad antisocial/psicopatía

Aunque joven, Ramsay Bolton ya se considera un personaje adulto, por lo que se puede diagnosticar su sadismo con más seguridad.

De hecho, a lo largo de la historia demuestra repetidas veces cómo disfruta haciendo daño a los demás, sin sentir ningún tipo de remordimiento por ello y dejando entrever, además, claros rasgos de psicopatía.

Según Honda, si se tratase de un caso real dicho comportamiento podría ser herencia de su padre, Roose Bolton, que también exhibió comportamiento similares, especialmente antes de su nacimiento. Además, su complicada infancia también podría dar una explicación al trastorno.

Cersei Lannister: trastorno de personalidad antisocial y psicopatía

"En el juego de tronos o ganas o mueres".  Esta es una de las frases más emblemáticas de Cersei a lo largo de la serie, pero no sólo por darle título, sino también porque deja muy clara su posición en la historia.

Su condición de mujer en un mundo de hombres la ha obligado a desarrollar un comportamiento anti social con claros tintes de psicopatía en el que, para ella, el fin sí justifica los medios, sean cuáles sean.

Además, según Honda, también podría tener problemas con el alcohol, aunque a lo largo de la saga no se mencione ninguna consecuencia de ello a nivel físico.

Sandor Clegane: trastorno por estrés postraumático

Aunque en un principio se podría diagnosticar como un sádico o un psicópata, el caso de Sandor Clegane, más conocido como El Perro, es bien diferente, pues en repetidas ocasiones sí que muestra remordimientos después de sus actos.

Por eso, Honda considera que más bien podría sufrir un trastorno por estrés postraumático a causa de los abusos a los que lo sometió su hermano mayor cuando ambos eran pequeños.

El hecho de que quemara su cara, desfigurándola de por vida, le crea un miedo irracional al fuego, que le lleva a mostrar numerosos síntomas de este trastorno.

Además, sí que es cierto que en algunas ocasiones parece disfrutar de la violencia, pero podría ser un daño colateral de su profesión, en la que es un comportamiento habitual.

Theon Greyjoy: síndrome de Estocolmo

El de Theon Greyjoy podría ser un claro ejemplo de síndrome de Estocolmo, pues un gran trauma genera en él cierta sumisión, que en un principio se origina en busca de la supervivencia, pero que finalmente termina por confundirle.

Según el terapeuta, esto podría ser el origen del choque de personalidades entre su padre y su hermana, que le enseñaron a ser despiadado, y la moralidad de los Starks, con los que vivió durante buena parte de su vida.

Todo esto deja claro que las historias de cada uno de los personajes creados por George R. R. Martin están perfectamente hiladas, pues no crea enfermos mentales porque sí, sino que les dota de unas circunstancias que les convirtieron en quiénes son. Y eso sólo puede hacerlo un verdadero maestro de la literatura. ¿Qué ocurrirá en la nueva temporada?

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