El omeprazol, igual que cualquier otro medicamento, posee beneficios y riesgos. A pesar de ser conocido con el mal nombre de "protector de estómago", la realidad es que esa no es su función principal y que su consumo -muchas veces con este fin- sin un correcto control y sin prescripción médica puede traer consecuencias graves.
A pesar de que existen fármacos con pocos efectos adversos, como por ejemplo el paracetamol, en el caso del omeprazol las consecuencias de su consumo no son tan escasas ni tan leves, y se ha producido un abuso desmedido durante los últimos años, sin seguir las indicaciones de su prospecto, y sobre todo usándose sin control médico alguno. Así lo reflejó en 2009 un estudio del Ministerio de Sanidad llevado a cabo entre el año 2000 y 2008, donde se llegó a la conclusión de que el consumo de omeprazol se había disparado un 200% en solo ocho años; una cifra muy superior a la de otros países europeos.
Los últimos en alertar sobre este problema han sido el Departamento de Salud del Gobierno Vasco (Osakidetza), que ha emprendido una estrategia global para tratar de frenar el creciente consumo del medicamento, que se ha disparado un 50% en los últimos 10 años en la región, y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, SEMERGEN. Mercedes Ricote, coordinadora del Grupo de Trabajo Digestivo, ha señalado el riesgo de usar este medicamento "con la sensación de estar mejorando o evitando los efectos secundarios de otros fármacos y como antiácido".
Para qué debe usarse
La utilidad del omeprazol reside en su potencial para disminuir el exceso de ácido gástrico estomacal, el cual se libera de forma natural para realizar la digestión. Cuando este ácido se crea en exceso, o sale del estómago hacia el esófago por alguna razón, el omeprazol y otros fármacos similares pueden ayudar a reducir o solucionar ese exceso.
Como cualquier fármaco, el omeprazol posee unas indicaciones claras para su prescripción médica. Según su prospecto, éstas son:
- Tratamiento agudo de las úlceras de estómago o duoceno, incluyendo los pacientes que necesiten tomar antiinflamatorios.
- Tratamiento de la úlcera de estómago o duodeno asociada a Helicobacter pylori, junto al tratamiento antibiótiotico.
- Tratamiento de la esofagitis erosiva por reflujo.
- Tratamiento del síndrome de Zollinger-Ellison y otros síndromes de exceso de secreción de ácido gástrico.
- Tratamiento preventivo de úlcera de estómago o duodeno, o erosiones gastroduodenales provocadas por antiinflamatorios en pacientes ancianos, con enfermedades crónicas previas o con antecedentes previos de úlcera que requieran tomar antiinflamatorios por otras razones de forma prolongada. Se incluirían en este ámbito pacientes de edad avanzada, pacientes que tomen antiinflamatorios de forma prolongada o a altas dosis, y pacientes que tomen de forma simultánea antiinflamatorios y Sintrom, o antiinflamatorios y corticoides.
Sin embargo, y a pesar de que cada vez son más los controles que existen sobre la correcta prescripción del omeprazol, y la información sanitaria a nivel poblacional, siguen existiendo abusos por un mal uso del mismo basándose en su supuesto poder "protector".
Por ejemplo, casos donde una persona joven y sin ninguna enfermedad cree necesario consumir omeprazol por tener que tomar antiinflamatorios durante siete días (no es una indicación, según el prospecto); o casos donde una persona toma muchas medicaciones diferentes, ninguna de ellas antiinflamatoria, pero cree necesario tomar omeprazol para "proteger" su estómago del exceso de medicaciones (tampoco es una indicación).
"No es un medicamento para evitar la acidez estomacal de un día puntual secundaria a un exceso de comida o bebida", ha añadido Ricote.
Efectos secundarios y adversos
Los efectos secundarios y posibles efectos adversos son muy comunes en cualquier fármaco, y el omeprazol no se salva de ello. Poder desencadenar una reacción alérgica es uno de estos efectos adversos, siendo uno de los más comunes.
De nuevo volviendo al prospecto del Omeprazol, tenemos como efectos adversos leves el estreñimiento, náuseas, vómitos, gases o dolor de cabeza. Efectos adversos muy comunes en muchos tipos de medicación diferentes.
Por otro lado, si nos centramos en los efectos adversos moderados o graves, el omeprazol y fármacos similares ha demostrado poder provocar daño cardíaco por falta de absorción de magnesio o hipomagnesemia, e incluso aumentar el riesgo de infarto según un reciente estudio publicado en PloS ONE.
Asimismo, el omeprazol ha demostrado aumentar el riesgo de un tipo de anemia llamado "anemia perniciosa", el de osteoporosis, e incluso el de padecer enfermedad renal según otro estudio reciente de la Asociación Americana de Nefrología.
Finalmente, el omeprazol y fármacos similares también se han relacionado con la diarrea causada por una bacteria llamada Clostridium difficile, y han demostrado aumentar el riesgo de enfermedades intestinales según dos estudios diferentes publicados en la American Journal of Gastroenterology en 2012 y en la revista Gut en 2015.
Beneficioso, bajo control médico
Aún con todos los posibles efectos adversos que conlleva el consumo de este fármaco, todas las investigaciones hacen referencia a una misma preocupación: casi dos tercios de aquellos que consumen omeprazol lo hacen sin prescripción y control médico alguno, y por ello los efectos adversos están aumentando durante los últimos años.
Por otro lado, las diversas investigaciones también defienden y destacan los beneficios del omeprazol como fármaco antiácido, que superan a sus riesgos cuando se usa bajo una correcta indicación médica y un control estricto posterior.
En otras palabras, si el omeprazol o fármacos similares se usan como es debido, bajo prescripción médica correcta y bajo un control posterior, vigilando la evolución con el tratamiento, siempre será mejor usar el omeprazol cuando sea necesario que no usarlo.