El 12 de julio de 2016, una treintena de personas fueron hospitalizadas después de deambular durante varias horas por Bedford-Stuyvesant, una zona de Brooklyn, con la mirada perdida, tirados por el suelo o apoyándose semi-inconscientes en las farolas para no caerse al suelo, vomitando o con dificultades para respirar. Era un martes a las 9:30 de la mañana.

A mediodía la cosa empeoró y un hombre apareció sufriendo espasmos y gritando "¡esto me está quemando!"

La sucesión de acontecimientos, descrita como un "apocalipsis zombie", sorprendió a propios y extraños hasta que un fotógrafo del NY Daily News llamado Todd Maisel, que estaba siguiendo el caso con su cámara, captó en una instantánea una pequeña bolsita cuadrada: DANK. Popurrí de segunda generación.

Se trataba de K2 o cannabis sintético. Gracias a la policía, sabemos que fue vendido en el Big Boy Deli, un establecimiento de comida que también vendía cigarrillos y productos derivados del tabaco. Por aquel entonces, el cannabis sintético era legal en la ciudad de Nueva York, que en octubre prohibió estas sustancias.

La molécula culpable

Ahora, un estudio publicado en el New England Journal of Medicine (NEJM) señala a la molécula AMB-FUBINACA como culpable de esta intoxicación masiva. "Es un ejemplo de una clase emergente de cannabinoides sintéticos ultrapotentes y plantea un problema de salud pública", dicen los autores. La potencia de este producto es, según los mismos, "consistente con fuertes efectos depresivos que explican el comportamiento zombi reportado en esta intoxicación masiva".

Iván Fornís, del servicio de control de drogas de Energy Control, confirma a EL ESPAÑOL que la sustancia "pertenece a la última generación de cannabinoides, está dando bastantes problemas a nivel tóxico".

Los médicos e investigadores analizaron sangre y orina de los ciudadanos implicados en la epidemia, así como una muestra de AK-47 24 Karat Gold, una marca de cannabinoides sintéticos que encontraron en el lugar de los hechos y que contenía 16 miligramos de AMB-FUBINACA por cada gramo de hierbas secas. Esta sustancia fue encontrada en la sangre de todos los pacientes analizados. Bastó una concentración de 77 a 636 nanogramos por mililitro de sangre para zombificar a estas personas.

"16 miligramos por cada gramo es una barbaridad", dice Fornís, "si la gente para hacerse un porro usa medio gramo estarían ingiriendo casi ocho miligramos, contando que buena parte se destruye con la combustión, al menos estarían metiéndose cuatro miligramos, que es 40 veces la dosis que parece ser normal".

Bolsas de AK-47 vendidas en internet. AliExpress

Las referencias que Fornís maneja son principalmente por foros de sitios como Reddit, donde los usuarios de la AMB-FUBINACA y otros cannabinoides sintéticos comparten sus experiencias. "Según relatan usuarios que lo han probado, las dosis son de unos 100 microgramos, pero nosotros no hemos analizado ninguna muestra procedente de aquí ni sabemos de nadie que lo haya consumido", dice este experto. "Aquí en España nadie lo está consumiendo que sepamos, no hemos visto nada, aunque es probable que en países europeos como Polonia, donde se consumen mucho nuevas drogas de este tipo, tanto cannabinoides como catinonas".

Las intoxicaciones agudas por cannabinoides sintéticos llevan desde 2010 en aumento en Estados Unidos, según el informe más reciente de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

En España este tipo de sustancias están disponibles como compuestos de investigación y es posible adquirirlas a través de internet. El AMB-FUBINACA, en concreto, está disponible a unos 12 euros el gramo.

El trabajo publicado en el NEJM servirá, según sus autores, para poder detectar más rápido este tipo de sustancias y sacarlas de la circulación si es necesario.

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