Hace menos de un mes que a Bonaventura Clotet (Barcelona, 1953) se le murió su último paciente infectado por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). No lo hizo de sida, sino de las complicaciones relacionadas con esta enfermedad, que Clotet conoce de cerca desde que se detectó el primer caso en España, hace más de 35 años. 

No es un caso aislado. Cada mes, dos o tres personas infectadas por el VIH mueren sólo en el hospital donde trabaja. Por esta razón, a este médico director del Institut de Recerca de la Sida IrsiCaixa-, le hierve la sangre cuando piensa que hay mucha gente -sobre todo en el colectivo de hombres jóvenes que tienen sexo con hombres, donde más está aumentando la infección-que no toma precauciones contra el VIH por considerar que se trata de una enfermedad crónica y que no pasa nada por contraer el virus. Aunque sería difícil que muriera, advierte, una persona que adquiere hoy el VIH en España puede ponerse muy enfermo. 

La realidad, sostiene el que es uno de los investigadores más prestigiosos en su campo, es que estamos a más de diez años de que la infección por VIH sea curable, algo que en el mejor escenario afectará sólo a un grupo selecto de personas y para lo que aún hace falta muchísimo dinero. 

Para conseguir dichos fondos y poder acorralar al patógeno que lleva 35 años eludiendo su erradicación, Clotet vio que tenía que recurrir al fundraising (recaudación de fondos), una práctica muy común en EEUU y casi anecdótica en España. Desde hace siete años, el médico catalán preside la Gala Sida, que organiza la Fundación Lucha contra el Sida y dirige el cantante Miguel Bosé.

El próximo 21 de noviembre se celebra la próxima edición, gracias al apoyo de empresas como Coca-Cola y de las dos entidades que han hecho posible el Instituto donde se lleva a cabo la investigación que se financia con lo obtenido en la gala: la Fundación La Caixa y la Generalitat de Cataluña. 

Y hablando de Cataluña ¿por qué se traslada la Gala a Madrid?

Lo que perseguimos con las galas que preside Miguel Bosé es, por una parte, recaudar mucho dinero [el año pasado, la cantidad ascendió a 811.360 euros] para avanzar en las investigaciones que permitan en un futuro poder llegar a curar el VIH y, por otra, sensibilizar a la opinión pública de que el sida sigue siendo un gran problema en la actualidad. La investigación sobre las enfermedades y todo lo que sea prevención de las mismas no tiene fronteras y yo creo que Miguel Bosé ha tenido la acertada idea de desubicar la gala y trasladarla a Madrid para que el eco social aumente. 

¿Y cómo se convence a alguien de que pague 600 euros por cubierto para investigar en una enfermedad tan poco glamurosa como el sida?

Se trata de transmitir que se está ayudando a la investigación en biomedicina en general, no sólo a la del sida. Lo que se está desarrollando para esta finalidad, que es la erradicación del VIH, permite avanzar en el campo del cáncer, de otras enfermedades infecciosas, del envejecimiento de la población en general... Con este dinero se financia una nanotecnología que permitirá hacer llegar adecuadamente los fármacos que van a sacar el virus del escondite allá donde se encuentra y que es aplicable a otras dolencias; también se va a dedicar a estudiar cómo modificar el microbioma -los microbios del intestino-, que influirá también en la inflamación y el envejecimiento y también vamos a producir unos anticuerpos neutralizantes que atraen a un tipo de linfocito importante en el sistema de defensas del organismo. 

El Dr. Clotet, durante la entrevista. Moeh Atitar

Ventura Clotet supo que había que intentar atraer a las personas adineradas a la causa gracias a otro crack de la investigación en VIH, su investigador y mentor Bruce Walker. "Él hacía lo mismo que yo [intentar recaudar dinero] hasta que encontró a Phillip Terry Ragon [dueño de la empresa InterSystems] que le dio 100 millones de dólares; nosotros hacemos esto hasta que encontremos a nuestro Ragon", bromea. 

Mientras llega ese momento, el investigador confiesa sentirse "encantado" con las celebrities. "Tengo dos hijos que lo son y eso me permite tener medio pie en el mundo de la farándula", comenta orgulloso al mencionar a Marc y Aina Clotet, dos jóvenes actores que destacan en su campo. 

Hay quien dice que la prevención del VIH se está relajando en España porque se tiene la idea de que ya sólo es una enfermedad crónica y que basta con tomar una pastillita para mantenerla a raya. ¿Qué opina de esta idea?

Es cierto que en gran parte es una enfermedad crónica y que una gran mayoría de los seropositivos tiene una esperanza de vida muy próxima a la que tendrían si no se hubieran infectado, pero también es verdad que cada mes mueren muchas personas de sida en este país y que la propia infección tiene un gran espectro de situaciones. Así, está el señor que se infecta y se trata inmediatamente, que es el mejor de los escenarios y será el que tenga más posibilidades de llegar a curarse con las primeras estrategias que se desarrollen para erradicar la infección. Pero la gran mayoría de los seropositivos pertenece a un abanico que empezó a tratarse en diferentes estadios de evolución, por lo que la recuperación del sistema inmunitario es menor, la posibilidad de que respondan a las primeras terapias es menor y el riesgo de que tengan complicaciones relacionadas con la infección por el propio virus -como cáncer, envejecimiento acelerado, osteoporosis- es mayor. 

Pero un chaval sano que no toma precauciones y se infecta tras tener una relación de riesgo esporádica, ¿podría llegar a morir de sida en España en 2016?

Esta es una pregunta que hay que responder con cuidado. El mensaje que hay que transmitir es que un joven puede infectarse con una única relación sexual y que puede hacerlo con un virus resistente a los tratamientos más comunes o que sea rápidamente progresivo. Es una posibilidad baja, de alrededor del 5%, pero existente. Si además de eso, este chico no iniciara el tratamiento de inmediato [el retraso en el diagnóstico es un importante problema de salud pública en España, que se considera que afecta a un tercio de los casos] y la infección tuviera una progresión rápida, podría evolucionar mucho. ¿Si podría morirse? Yo creo que tarde o temprano acabaría cayendo en un hospital y le pondrían el tratamiento, pero podría ponerse muy enfermo. 

¿Y qué está fallando para que esté bajando la guardia en la prevención, especialmente en el grupo de los hombres que tienen sexo con hombres, en el que están aumentando las infecciones?

En primer lugar, hay que aclarar que esta enfermedad puede afectar a todo el mundo. Yo tengo pacientes a los que han detectado la infección con más de 70 años. Dicho esto, es muy difícil cambiar hábitos. Creo que más que invertir en campañas de prevención, habría que hacerlo en educación sexual en las escuelas, para que la gente tenga una opción de sexo mucho más madura y a la vez mucho más protegida. Al mismo tiempo, hay que invertir en identificar a las personas con un elevado riesgo y poder proporcionarles terapia preexposición, que está claramente asociada a una prevención de más del 90% de los casos, si se sigue adecuadamente. 

Con respecto a la prevención del VIH con terapia antirretroviral, las autoridades sanitarias españolas aún no la han autorizado ¿cómo se arregla esto?

No lo voy a hacer yo [ríe], pero está claro que alguien lo tiene que arreglar. Está claro que sale más a cuenta prevenir una enfermedad que tener que tratar de por vida a alguien, al menos hoy por hoy. Es preferible que alguien haga prevención por X euros al mes, que además es un precio que bajará porque pronto habrá también genéricos. Además, está el problema de que ahora mismo la gente la utilice sin que las cosas estén institucionalizadas, que puede implicar que no tenga la información adecuada, la tome incorrectamente, no le proteja y encima desarrolle resistencias al VIH. Todo esto hace que haya que pedir que se ponga en marcha el tema cuanto antes. 

La pregunta del millón ¿y para cuándo la erradicación del VIH?

Lo que está claro es que hay que buscar una vacuna terapéutica [para personas ya infectadas, que evite que tengan que tomar tratamiento de por vida], pero que ésta no será la úncia opción para curar. Será como el esqueleto en el que se tendrán que apoyar anticuerpos ampliamente neutralizantes o inmunoglobulinas modificadas. La eficacia de todo esto se tendrá que ir probando con el tiempo y ver cómo pueden llegar estas estrategias a los reservorios donde se esconde el virus. Dentro de diez años, con suerte, tendremos evidencia de que esto ocurre en un pequeño grupo de personas, que representará el éxito, pero será en un escenario muy particular, de gente que se infecte, empiece el tratamiento muy rápido y tenga la inmunidad muy recuperada. Luego habrá que ir mejorando. 

Y para todo esto es para lo que hace falta el dinero...

Eso es. Cuanto más dinero haya, más deprisa iremos, porque podremos hacer más estudios en paralelo. Cada uno de estos trabajos lleva su tiempo y, por poner sólo un ejemplo, un estudio para probar la aplicación de una vacuna nos puede costar dos o tres años y 15 millones de euros. Y hay que hacer varios que se complementen. Hay veces que los periodistas malinterpretan esta información y deducen que con 15 millones de euros se puede tener la vacuna del sida, pero no, con esos 15 tendremos una parte, a lo mejor hacen falta 200 para conseguirla. 

El médico, en Madrid. Moeh Atitar

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