Una humeante taza de café con leche, una tostada y un zumo de naranja forman uno de los desayunos más clásicos y apetecibles en España. Y, aunque parezcan tres elementos muy inocentes, algunos expertos han alertado sobre su efecto en la salud.
La nutricionista Elena Garrido es una de ellas y en una reciente entrevista con La Voz de la Salud ha dicho: "Es una comida que siempre pongo de ejemplo porque es muy llamativa. Un desayuno que parece muy saludable, pero no es tan natural".
Para muchos españoles este desayuno es el menú diario y es, precisamente, cuando se toma con esa frecuencia, cuando se convierte en un problema. Pero, ¿por qué? La experta sugiere que se debe a "todo lo que hay detrás" de estos alimentos.
Garrido sostiene que los productos derivados del trigo han cambiado mucho en los últimos años: "Se busca que su producción sea posible a pesar de las inclemencias del tiempo y las plagas de insectos". Esto podría cambiar su composición.
En cualquier caso, Garrido añade que este no es el único problema que plantean las tostadas: "No estamos teniendo ningún tipo de densidad nutricional con esa comida, solo estamos teniendo picos de azúcar". Y esto puede ser problemático a primera hora.
"Si nada más levantarte lo primero que haces es meterle al cuerpo un zumo de naranja al que has quitado toda la fibra a la fruta y lo único que queda es agua con fructosa, que es lo que es el zumo, y eso te lo tomas con harina refinada…", sugiere la experta.
Nada bueno. Y, por mucho que le pongamos a las tostadas aceite de oliva virgen extra, la nutricionista explica que se trata de una comida con muy baja densidad nutricional. Aunque el aceite de oliva sí que es una grasa muy saludable y recomendable.
Nutrientes para el organismo
Pero, ¿es igual de malo para todos? "Habría que individualizar", explica la nutricionista. "Hay gente que tiene más problemas para gestionar el azúcar y otros que tienen un metabolismo maravilloso". Aunque esto no es tan común como queremos pensar.
"En una persona normal, lo que va a suceder es que se dará un pico de glucosa brutal. Cuando pasen un par de horas, la insulina habrá conseguido parar ese pico rápido, pero te dará una bajada de azúcar por debajo del nivel normal", señala.
La nutricionista alerta de que el problema de los picos de azúcar es que fluctúan y, aunque necesitamos que esto suceda así para mantenernos vivos, "cuando baja por debajo del nivel normal es porque el pico inicial ha sido muy alto", sostiene Garrido.
Una de las consecuencias del exceso de azúcar en el organismo es que el cuerpo se inflama: "Por eso, el problema es la toxicidad y la baja energía que tenemos tras esa bajada anormal". Por esta razón, elegir bien los nutrientes de la dieta es fundamental.
Y, ¿cómo podemos elegir los mejores nutrientes para nuestro organismo? La experta propone que comamos alimentos de cercanía y de temporada porque es "lo más barato y saludable" y porque "la naturaleza es sabia" y nos proporciona lo necesario.
"Necesitamos micro y macronutrientes. El cuerpo es muy fuerte y resistente, se supera y va a funcionar aunque le demos porquería, pero siempre a costa de otras cosas. En la variedad está la salud real", cuenta esta experta en alimentación.
La naturaleza, "en función del sitio donde vivas y la estación del año que sea, te va a dar lo que necesitas en cada momento para esa época". La experta destaca que el cerebro no necesita azúcar, sino carbohidratos complejos.
"Hay alimentos como las verduras que son hidratos de carbono. Lo que sucede es que como tienen mucha fibra, no van a producir esos picos de glucosa. Se genera un efecto malla y va a tardar más en pasar a la sangre", dice.
"El problema de los hidratos de carbono no es comerlos, sino qué tipo de hidratos de carbono y de qué manera los consumimos. Porque que lleguen muy rápido a la sangre y nos dé un pico muy fuerte de azúcar, a nadie le viene bien", explica.
