La patata es un alimento básico en muchas cocinas del mundo, presente en platos tradicionales y contemporáneos por igual. Humilde en apariencia, pero rica en posibilidades, ha sido injustamente demonizada en algunos contextos nutricionales, cuando en realidad se trata de uno de los ingredientes más versátiles, saciantes y nutritivos que podemos incluir en nuestra dieta.
Su capacidad para adaptarse a múltiples técnicas culinarias es solo comparable a la sorpresa que genera descubrir que puede ser, al mismo tiempo, uno de los alimentos que más llena y uno de los que menos.
Esta paradoja es la que trata el dietista-nutricionista Aitor Sánchez, que lanza una afirmación tan provocadora como cierta: "¿Sabes cuál es uno de los alimentos más saciantes que existe? Se trata de la patata. Y, por el contrario, ¿cuál es uno de los alimentos menos saciantes, que menos llena de todos? Es también la patata".
Mejor cuanto menos procesada
Esta aparente contradicción tiene una explicación sencilla pero repleta de lógica: la forma de cocinado. "Por un lado, tenemos la patata cocida u horneada, que nos llena mucho, que es muy saciante. Y luego tenemos las bolsas de patatas fritas, las chips, que podríamos terminarnos enteras prácticamente sin enterarnos”.
El contenido energético y el volumen de los alimentos son determinantes en la sensación de plenitud. Los productos ultraprocesados, como las chips, “pesan muy poco pero tienen mucho aporte energético” y se sitúan “a la cola de la saciedad”. Lo mismo ocurre con “masas, hojaldres, croissants”, todos ellos alimentos que apenas llenan pero con muchas calorías.
En el otro extremo están las materias primas frescas y con alto contenido en agua: “Carne, pescado, legumbres y patatas enteras”, todos ellos alimentos que verdaderamente sacian.
La masticación también desempeña un papel fundamental. “El hecho de masticarla va a hacer que estés mucho más saciado. Y es que, cuando tú vas masticando, ya se van enviando señalizaciones de saciedad al cerebro”, explica Sánchez. Por eso, si buscamos sentirnos llenos, es mejor consumir la patata entera, cocida o en guiso.
No obstante, tal como señala el experto hay casos en los que las versiones trituradas pueden resultar útiles, como en personas mayores o deportistas que necesitan concentrar nutrientes en pequeñas cantidades.