Corren malos tiempos para el plátano de Canarias. La erupción del volcán situado en la Cumbre Vieja de la isla de La Palma ya se ha llevado por delante 40 hectáreas de plantaciones, pero, además, ha dejado otras 450 hectáreas sin agua y con ceniza alta y unas 700 más con limitaciones de acceso. Esta fruta no es sólo uno de los productos icónicos más apreciados de España, sino un sector económico muy importante en las islas Canarias.

De hecho, la mitad del Producto Interior Bruto (PIB) de la isla de La Palma procede del cultivo de estos plátanos, en la isla existen 5.300 productores y hasta 10.000 familias viven de él. La implicación de esta isla con el plátano de Canarias es muy importante ya que el 35% de la producción total de esta fruta se produce en su terreno: este porcentaje se traduce en unos 149 millones de kilogramos de plátano al año.

Para salvar al oro de La Palma y, sobre todo, evitar las máximas pérdidas económicas posibles se han puesto en marcha algunos proyectos tales como pruebas de congelación con plátanos afectados por la ceniza o traer tierra de otras partes fértiles para recuperar territorio. Todas las ideas son bien recibidas para salvar una importante porción de la producción de un plátano único en el mundo, no sólo por su sabor, sino por sus valores nutricionales.

Un plátano único

El plátano es una de las frutas más populares en nuestro hogares; este dulce alimento de procedencia tropical es muy famoso por su contenido en azúcares y potasio. Esta es la razón por la que se trata de un alimento muy apropiado para los deportistas, que lo toman antes o después del entrenamiento. De todas formas, el plátano de Canarias es especial y presenta algunas diferencias con respecto al resto de bananas.

Desde el año 2013, el plátano de Canarias cuenta con el sello de Indicación Geográfica Protegida (IGP), que se trata de una distinción que otorga la Unión Europea desde el año 1992. Gracias a este régimen este producto es considerado como exclusivo de las islas Canarias. Para otorgarlo, la Unión Europea realizó varios estudios científicos sobre sus características con el objetivo de encontrar aquellas que lo hacían único.

No sólo se trata de una fruta diferente al resto de bananas por su aspecto, sino que los valores nutricionales también son diferentes. La Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan) recoge en el documento Estudio de las diferencias entre el plátano de Canarias y la banana algunas de las conclusiones de los estudios científicos de la Unión Europea.

Azúcar y minerales

Los plátanos y las bananas son una de las frutas con más cantidad de azúcar que existen. Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), suelen tener un 20% de carbohidratos que se componen, en su mayoría, por almidones y azúcares. De todas formas, el porcentaje de ambos componentes va variando a medida que el plátano madura. Cuando está verde, la gran mayoría de sus carbohidratos son almidón; cuando está marrón, este porcentaje está compuesto enteramente por azúcares.

Según el documento de Asprocan, los plátanos de Canarias tienen una proporción menor de carbohidratos que el resto de bananas, aunque es mayor que el porcentaje que calcula la FEN: el oro de Canarias tiene un 22,4% de hidratos de carbono. Sin embargo, lo que diferencia a las bananas de los plátanos de Canarias es el hecho de que sus carbohidratos están formados por menos almidones y más azúcares —sacarosa, fructosa y glucosa—. Los de Canarias tienen un 8,5% de almidón en su composición y los demás, un 18% de media. Por ello, el plátano de Canarias es más dulce y "puede ser recolectado en un grado de madurez superior a la banana de otros orígenes".

Otro rasgo destacable en la composición nutricional del plátano de Canarias es el contenido de minerales. Según el documento, los plátanos de Canarias tienen una cantidad mayor de minerales que el resto de bananas. En concreto, destacan por una proporción significativamente mayor potasio y de fósforo. Sin embargo, tienen una menor cantidad de sodio, calcio, hierro, cobre y manganeso. 

El plátano de Canarias puede diferenciarse en los supermercados y la frutería por su etiquetado. De todas formas, sus principales rasgos que lo diferencian del resto es un color amarillo más intenso, un tamaño y un diámetro menor, su forma curvada y la presencia de motas oscuras alrededor de su cáscara. De hecho, el plátano de Canarias es más propenso a pardear antes que el resto de bananas. Ahora bien, este color no indica que se haya echado a perder, sino que contiene una proporción mayor de azúcares.

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