Forman parte de nuestra alimentación, especialmente de los más pequeños, desde hace décadas. En los últimos tiempos, hay quien los ha señalado, cuestionando sus propiedades nutricionales. Analizamos el batido Puleva de chocolate, el más elegido por los consumidores españoles, con el fin de despejar las dudas, objeciones y confusiones más habituales.

Riqueza nutricional sin renunciar al sabor

El 90% del batido Puleva de chocolate es leche lo que se traduce en un elevado valor nutricional, gracias a su contenido en macronutrientes y micronutrientes esenciales como calcio, vitamina D, proteínas de alta calidad nutricional o fósforo, que siempre deben considerarse al evaluar la composición de un producto. Y todo ello, sin renunciar al sabor placentero que aporta el cacao, como avalan los estudios sensoriales a los que el batido Puleva de chocolate se somete frecuentemente.

Una ración de 200 ml, su envase más consumido, aporta el 24% de la cantidad diaria recomendada de calcio; el 60% de vitamina D y el 13% de proteínas de alta calidad nutricional. Por eso puede ser una ayuda útil para que el niño alcance las raciones recomendadas de lácteos y completar la dieta.

El batido Puleva también incluye otros ingredientes que contribuyen a que sus características sensoriales (textura cremosa y su sabor delicioso y único) tan bien valoradas por el consumidor, se mantengan durante toda la vida del producto.

Bajo aporte calórico: apenas el 6% de las calorías diarias

Un batido Puleva de chocolate de 200 ml contiene 124 calorías, lo que supone el 6% de las calorías recomendadas [1] en un día para niños de 7 a 12 años, que es donde se concentra el consumo.

¡Ojo! No todos los azúcares son iguales y el etiquetado no los diferencia…

Existen dos tipos de azúcares [2]:

Azúcares naturalmente presentes, presentes de forma natural en los alimentos, como la lactosa en la leche o la fructosa en la fruta, que no están relacionados con el sobrepeso y la obesidad;

Azúcares libres que incluyen tanto los añadidos a los productos con el fin de aportar dulzor como los naturalmente presentes en la miel, los siropes y los zumos de fruta. Esto azúcares sí están relacionados, aunque con un grado moderado de evidencia científica, con el sobrepeso y la obesidad, así como con la caries dental.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja que la ingesta de azúcares libres sea menor al 10% del consumo calórico total diario, es decir, 50 g de azúcar; y hace énfasis en que el aporte no supere el 5% (25 g) por los beneficios adicionales para la salud que supondría.

Cuando leemos el etiquetado de los productos, en caso de que el producto lácteo contenga azúcar añadido, la normativa europea vigente de información nutricional al consumidor (Reglamento 1169/2011) no contempla diferenciar cuánto del azúcar declarado es lactosa –naturalmente presente en la leche- y cuánto es azúcar añadido, lo que contribuye a una mayor confusión.

...Y más de la mitad del azúcar es naturalmente presente

Un batido Puleva de chocolate de 200 ml contiene 19 g de azúcares totales. De ellos, más de la mitad -9,6 g- es lactosa, el comúnmente conocido como “azúcar de la leche”, naturalmente presente.

¿Qué es importante saber de la lactosa?

Es un azúcar naturalmente presente en la leche, como la fructosa en la fruta, y es el hidrato de carbono más abundante de la leche materna.

Produce una lenta elevación de glucosa en sangre, gracias a que presenta uno de los índices glucémicos más bajos [3].

Tiene múltiples beneficios para la salud ya que promueve la absorción del calcio y desempeña un rol relevante en el desarrollo cerebral, gracias a uno de sus componentes, la galactosa. Además puede actuar como prebiótico, favoreciendo el adecuado equilibrio de nuestra microbiota intestinal.

Estas son las principales razones por las que la lactosa está excluida de las limitaciones de consumo de azúcar por parte de la OMS (Organización Mundial de la Salud) y otras autoridades sanitarias, al no considerarse ni un azúcar libre ni añadido.

Con menos azúcar y también con variedad ZERO, sin azúcar añadido

Un batido Puleva de chocolate de 200 ml contiene 9,4 g de azúcar añadido, lo que supone el 19% del azúcar libre total que la Organización Mundial de la Salud establece como máximo en un día (50 g), y un 40% menos de azúcar añadido que otros batidos.

Además, Puleva ofrece el mismo batido de chocolate con 0% azúcar añadido (variedad Zero) y lidera la reducción de azúcar añadido en el sector lácteo, mejorando en más del 25% el compromiso adquirido con las autoridades sanitarias españolas, fijado en 6,39g / 100 ml.

No son los responsables del exceso de azúcar añadido en la dieta

Según el estudio ANIBES [4] (2015), el 94,01% del aporte de azúcar añadido en la dieta de la población española (9-75 años) procede de grupos de alimentos como los refrescos con azúcar, azúcar, bollería y pastelería, chocolate, mermeladas, zumos y néctares y cereales de desayuno, barritas de cereales y yogures y postres. No obstante, estos datos pueden sufrir algunas variaciones en función de la edad y el sexo que se consideren.

Los batidos y otras bebidas lácteas suponen un aporte del 5,99% del azúcar añadido total de la dieta, tal y como detalla el mencionado estudio.

Por tanto, el aporte de azúcar de los batidos en la dieta es muy limitado, algo que ponen de manifiesto tanto la consultora de investigación Kantar que, según los datos de su “Consumer Panel”, compuesto por 4.000 hogares representativos de la población española, cifra en menos de 2 raciones por semana [5] el consumo promedio de batidos, en aquellos hogares en los que está presente -el 14,7% de los hogares, para el tramo de edad de 5 a 9 años-; como el estudio Aladino [6] promovido por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).

El estudio Aladino 2019 revela que el 40,6% de los niños españoles entre 6 y 9 años presenta exceso de peso (un 23,3% sobrepeso y un 17,3% obesidad). ¿Las causas? En las conclusiones se apuntan dos:

• La calidad de su alimentación, afectada por el consumo frecuente de productos con un bajo perfil nutricional, tales como galletas, pasteles, bollería, néctares o golosinas;

Y el ocio, cada vez más sedentario por el impacto de las pantallas (televisión, consolas, tablets…), a las que dedican de promedio más de tres horas diarias.

En resumen…

Considerando este contexto y que los batidos son sinónimo de riqueza nutricional con un limitado aporte calórico, pueden formar parte de un patrón de alimentación saludable y de las opciones para cubrir las raciones de lácteos recomendadas.

[1] Food and Nutrition Board. Institute of Medicine. Dietary Reference Intakes (DRI) for energy, carbohydrate, fiber, fat, fatty acids, cholesterol, protein and amino acids. Washington: National Academy Press; 2002.

[2] Guideline: Sugars intake for adults and children. Geneva: World Health Organization; 2015.

[3] Clasificación de alimentos según su índice glucémico: https://www.fundaciondiabetes.org/upload/contenidos/209/ANEXO_I.pdf

[4] Ruiz E, Rodríguez P, Valero T, Ávila JM, Aranceta-Bartrina J, Gil A, González-Gross M, Ortega RM, Serra-Majem Ll, Vera-Moreiras G. Dietary Intake of Individual (Free and Intrinsic) Sugars and Food Sources in the Spanish Population: Findings from the ANIBES Study. Nutrients, 2017;9(3):275; doi:10.3390/nu9030275.

[5] Kantar WorldPanel. Usage Panel 2021.

[6] Estudio ALADINO (2019). https://www.aesan.gob.es/AECOSAN/web/nutricion/detalle/aladino_2019.htm (Tabla 18. Frecuencia de consumo habitual de algunos alimentos)