Los probióticos se han vuelto muy populares en España, de uso y consumo cada vez más común debido a la multitud de estudios que han ido sacando a la luz la gama de beneficios que reportan para nuestra salud. Sin embargo, ni cualquier probiótico ni cualquier alimento fermentado es de fiar, como ya han detectado otros trabajos: los etiquetados son engañosos en muchos de estos alimentos.

Por el momento, los estudios acerca de los beneficios de los probióticos están en fase temprana, pero los resultados de cada vez más investigaciones en seres humanos apuntan en una dirección optimista. La última de ellas se ha presentado recientemente en la Digestive Disease Week (DDW) 2021: consumidos de forma habitual, los probióticos protegerían los pulmones de enfermedades respiratorias.

Como bien comenta el Dr. Benjamin Mullish, autor principal del presente estudio, la relación entre probióticos y sistema respiratorio puede incluso resultar contraintuitiva: colocar bacterias en el intestino con el objetivo de reducir infecciones respiratorias.

Mullish, conferencista clínico en la División de Enfermedades Digestivas en el Imperial College de Londres, recuerda que estos resultados serían solo una prueba más de la importancia que tiene el microbioma intestinal en el organismo humano en su conjunto. Así, el buen funcionamiento del tracto gastrointestinal afectaría a todo el sistema al completo.

En este caso, para llegar a esta conclusión, Mullish y sus colegas analizaron los diarios de 220 pacientes que habían participado en un estudio previo, doble ciego y controlado con placebo, sobre probióticos y pérdida de peso. En este caso lo que se revisó es la presencia de síntomas de infecciones respiratorias tales como tos, dolor de garganta o sibilancias.

Según sus resultados, tras seis meses de seguimiento, aquellos participantes que tomaron probióticos tenían hasta un 27% menos de inciencia de síntomas respiratorios en comparación al grupo placebo. Y, además, este "efecto protector" fue mayor entre los participantes de 45 años o más, y también en aquellos que sufrían obesidad.

Cabe recordar que las personas con obesidad tienen un mayor riesgo de contraer infecciones respiratorias. Y, por su parte, los investigadores recuerdan que existen estudios previos donde se relacionó el consumo de probióticos y menor riesgo de enfermedades respiratorias en adultos y niños sanos, pero existían pocos datos en poblaciones de mayor edad, y con sobrepeso u obesidad.

Por otro lado, los investigadores no midieron una respuesta inmune como tal, sino solo síntomas respiratorios. Se desconoce el mecanismo mediante el cual los probióticos reducirían estos síntomas, o cómo potenciarían el sistema inmune.

Probióticos: mucho por estudiar

Los probióticos, que no son más que fermentos vivos presentes en algunos alimentos, siendo los más populares actualmente el yogur, el kéfir o el chucrut, entre otros, se habrían relacionado con múltiples beneficios para la salud en general. De un menor riesgo de diabetes tipo 2 hasta potenciar la pérdida de peso dentro de una dieta saludable, los expertos aconsejan un consumo diario de este tipo de alimentos para aprovechar sus beneficios, aunque queda mucho por estudiar.

De hecho, los estudios hacen hincapié en que los probióticos pueden contribuir a la salud gastrointestinal, pero no son un método curativo como tal. Si existen problemas gastrointestinales, los probióticos no han demostrado poder ser una solución en estos casos.

De hecho, recientemente un estudio publicado en Frontiers in Medicine alertó de una verdad incómoda: la mayoría de la información que se ofrece en las webs que venden suplementos probióticos (en formato de comprimidos, cápsulas o sobres, y no alimentos probióticos al uso) no es digna de confianza. Las afirmaciones de dichas webs, en su mayoría, son inexactas e incluso engañosas.

Los estudios sobre probióticos y su suplementación aún están en una fase muy temprana; no significa que sean inútiles, pero no es adecuado recomendarlos para cualquier persona y en cualquier situación. Además, se desconocen todos sus potenciales efectos secundarios, a la vez que tampoco se conocen todos sus potenciales beneficios.

De momento será necesario seguir investigando, al menos en cuanto a suplementación con probióticos se refiere. Respecto al consumo de alimentos fermentados como tal, sí es aconsejable su uso, pero siempre teniendo en cuenta que mejoran la salud pero no son sustancias curativas en ningún aspecto.

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