La L-carnitina, también conocida como levocarnitina, es una estructura de aminoácidos que desempeña un papel fundamental en la producción de energía a partir de la grasa que tenemos en nuestro cuerpo. Se produce en nuestro organismo de forma natural y, por lo general, en cantidades suficientes, es decir, se trata de un nutriente condicionalmente esencial, que podemos sintetizar o fabricar en el hígado, en los riñones y en el cerebro a partir de dos aminoácidos esenciales: la lisina y la metionina. Sin embargo, algunas personas pueden tener dificultades para lograr la cantidad adecuada. En estos casos, pueden suplir esta carencia gracias a la dieta o con el consumo de suplementos. 

Carnes y pescados: fuente de L-carnitina

Entre los alimentos que pueden ayudarnos a aumentar la cantidad de L-carnitina en nuestro organismo destacan las carne y los pescado, en especial, la carne de vacuno (95 miligramos por cada 100 gramos), la porcina (29 miligramos por cada 100 gramos) y el pollo (4 miligramos por cada 100 gramos). También es una buena fuente de L-carnitina la leche (3,55 miligramos por cada 100 mililitros).

Curiosamente, las fuentes alimenticias de L-carnitina tienen una mayor tasa de absorción que los suplementos. Esto es lo que apunta un estudio, según el cual, el 57-84% de la L-carnitina se absorbe cuando se consume de los alimentos, en comparación con solo el 14-18% cuando se toma como suplemento. 

Efectos de la L-carnitina en nuestro organismo

Además de apoyar la producción de energía, la L-carnitina puede ayudar a algunas otras funciones en el cuerpo, como mantener la función general del cerebro y reducir el riesgo de ciertos trastornos.

Como ya hemos apuntado, la L-carnitina es un componente clave para crear energía para las células. A esta función principal, se le une otra secundaria, que no es otra que ayudar a eliminar algunos productos de desecho de las células para evitar que se acumulen y causen problemas.

Además, existen estudios que señalan que el consumo de L-carnitina puede generar determinados beneficios para el cuerpo.

Pérdida de peso

Para ayudar en la producción de energía, la L-carnitina transporta ácidos grasos a las mitocondrias de las células, las cuales se encargan de quemar estos ácidos grasos para producir energía utilizable, por lo que la L-carnitina se asocia a la pérdida de peso. Es cierto que todavía no existen datos concluyentes, algunos estudios refuerzan esta posibilidad. 

Por ejemplo, en una revisión de nueve ensayos diferentes, los investigadores encontraron alguna evidencia en esta línea, que sugieren que los participantes que tomaron L-carnitina perdieron un promedio de 1,3 kilogramos más que aquellos que no lo hicieron.

Sin embargo, desde la Fundación Española de Nutrición prefieren ser más cautos sobre los efectos de aumentar la cantidad de L-carnitina que consumimos, en especial mediante los suplementos. "Los numerosos estudios científicos que se han realizado hasta la fecha no muestran ninguna evidencia de que la ingesta de carnitina ayude a la pérdida de peso", afirman al respecto.  

La salud del corazón

La L-carnitina puede ayudar con algunos marcadores de la salud del corazón, aunque las investigaciones todavía se están realizando para tratar de confirmarlo de forma rotunda. Así pues, los indicios apuntan a que el consumo de este aminoácido puede ayudar a mejorar los niveles de L-carnitina en un corazón que falla, lo que,a su vez, podría mejorar la salud y la circulación del corazón a corto plazo después de un ataque cardíaco. También puede ayudar con los síntomas de insuficiencia cardíaca, como dolor en el pecho y arritmia.

Paliar síntomas relacionados con el cáncer

A veces, los tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia, pueden hacer que una persona sufra carencia de L-carnitina. En estos casos, los suplementos de L-carnitina pueden ayudar a reducir síntomas como la fatiga y la debilidad.

Los investigadores actualmente están estudiando el compuesto como una posible forma de prevenir el daño tisular debido a la quimioterapia, pero esta investigación se encuentra en las primeras etapas.

Enfermedad renal o hepática

A medida que los riñones y el hígado ayudan a crear y usar L-carnitina, la enfermedad en estos órganos o la insuficiencia orgánica puede conducir a una deficiencia de L-carnitina. Los médicos pueden recomendar suplementos de L-carnitina en estos casos para apoyar la función de los riñones y el hígado y prevenir la deficiencia.

Rendimiento deportivo

Algunos atletas toman L-carnitina adicional, creyendo que aumentará su rendimiento atlético. La disponibilidad de L-carnitina parece limitar el metabolismo muscular durante el ejercicio de muy alta intensidad. En este sentido, en teoría, complementar la carnitina durante los entrenamientos puede apoyar el rendimiento del ejercicio. Sin embargo, un estudio publicado en Moléculas señala que no se existen pruebas concluyentes de esta práctica que tan común entre los deportistas. 

Posibles efectos secundarios

La mayoría de las personas tolera bien la L-carnitina. No obstante, algunas personas pueden experimentar efectos secundarios digestivos cuando toman L-carnitina, entre los cuales, calambres en el estómago, náuseas, vómitos y diarrea.

Además, los suplementos de L-carnitina pueden interactuar con ciertos antibióticos o anticonvulsivos. Cualquier persona que esté considerando tomar L-carnitina debe hablar con su médico para analizar cualquier medicamento que esté tomando y las posibles interacciones entre medicamentos.