Una cafetera italiana junto a una taza de café solo.

Una cafetera italiana junto a una taza de café solo. Pixabay

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La 'leyenda' del café y la cafetera italiana: ¿realmente sabe mejor si no la lavas?

Algunos admiradores del café hecho con cafetera italiana sostienen que sabe mejor si no se lava, pero pasan por alto un problema importante.

18 abril, 2020 02:25

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El amor por el café no se debe únicamente a su capacidad de hacernos espabilar por las mañanas. El sabor de esta bebida es también una de sus características que más nos gustan. Eso sí, cada bebedor de café lo prefiere de una manera: unos lo prefieren solo y otros con más o menos leche; algunos, caliente como el Krakatoa y otros le echan cubitos de hielo. Incluso existen fanáticos del café que cuentan con un tipo de cafetera favorita.

Sorprendentemente, la cafetera italiana de toda la vida sigue siendo una de las más queridas. Ha sobrevivido a la irrupción de las modernas máquinas eléctricas y, sobre todo, a las que preparan sofisticados cafés con unas pequeñas cápsulas. Sus admiradores explican que el sabor del café hecho con este artilugio no tiene rival. Además, cuando el café termina de infusionar en ella está muy caliente, listo para tomar.

Pero, también, algunos fans de la cafetera italiana le atribuyen otra virtud. Según ellos, no hay que lavarla bajo ningún concepto; ahorrarse el fregoteo de este aparato permite que el café resultante sea más delicioso. ¿Se trata de un mito o, por el contrario, nos estamos perdiendo el mejor café del mundo por respetar la higiene en nuestras cocinas? ¿Vale con un simple remojón a las diferentes piezas para que esté limpia?

Café rancio

Desde luego Kim Ossenblok, barista y autor del libro ¡Al grano! La guía para comprar, preparar y degustar café, discrepa con respecto a esta teoría. Según él, es muy importante que lavemos con agua y con jabón todos los recovecos de nuestra cafetera italiana —o de cualquiera de las que tengamos en casa— para que el consumo de café sea seguro y lo más delicioso posible.

La explicación que da es que cuando se infusiona el café en cualquiera de estos artilugios, el alimento suelta una serie de aceites. Estos se pegan a las paredes con las que la bebida entra en contacto y, si no se limpian, acaban por "enranciarse" y le dan al café un mal sabor. Es decir, es muy importante lavar cada una de las partes de la cafetera italiana con agua y con jabón después de utilizarla para que no acumule estas sustancia. El resultado de no lavar la cafetera, en este sentido, sería contrario al esperado: un café rancio. 

Además, el experto advierte de que no debemos dejar el café sobrante en la cafetera por esta misma razón; porque se acumulan los aceites del café en la cafetera. "Si dejas el café durante muchísimo tiempo en la máquina, eres un guarro", responde tajante Ossenblok en su canal de YouTube. Eso sí, si lavas la cafetera todos los días después de usarla, el barista asegura que el sabor del café no sufrirá alteraciones.  

Kim Ossemblok recomienda que lavemos cualquier cafetera.

Las tres claves para preparar un café mejor en casa, según este experto, son muy sencillas. La primera es, como ya se ha explicado, limpiar bien todas las superficies de la cafetera que están en contacto con el café; la segunda, comprar café que haya sido tostado hace poco; y, la última, moler nosotros mismos el café justo antes de prepararlo. De esta manera, los aromas del café se mantendrán cuando lo tomes en tu taza del desayuno.

¿Es saludable el café?

A pesar de que durante mucho tiempo se ha utilizado el café como un simple estimulante, cada vez son más los expertos que destacan otras de sus propiedades. El café destaca por ser uno de los alimentos con más antioxidantes. Estas sustancias se encargan de eliminar los radicales libres, unos químicos que atacan el ADN de las células y pueden ser el origen de enfermedades cardiovasculares y oncológicas. Los antioxidantes del café son polifenoles y proceden de su ácido clorogénico, según el nutricionista y autor del libro Come comida real (Paidós, 2019), Carlos Ríos.

Eso sí, los antioxidantes son sensibles al tratamiento que reciben los alimentos en los que se encuentran. En este sentido, el café que recibe un tostado más intenso presenta un menor número de antioxidantes. Por eso, el mejor café, desde el punto de vista nutricional, es el café de tueste natural y 100% arábica. El café torrefacto, por el contrario, presenta un proceso de tostado más intenso y con azúcar añadido, lo que disminuye los beneficios de la bebida.

El café además cuenta con fitoquímicos y otras sustancias antiinflamatorias que ayudan a mantener un mejor estado físico. Dos equipos científicos de España han publicado artículos sobre los beneficios del café en la revista The American Journal of Clinical Nutrition: el primero de ellos, que vio la luz en el año 2018, asoció el consumo de café a una mayor longevidad, y el segundo, de 2019, observó que las personas mayores que lo bebían se caían menos. Las caídas son, en este sentido, el principal desencadenante de discapacidad y muerte prematura en pacientes de avanzada edad.