Las lluvias torrenciales provocadas por el paso del huracán convertido en borrasca Gabrielle seguirán provocando una situación "muy adversa" este martes en el litoral Mediterráneo. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene los avisos naranjas y amarillos por fuertes precipitaciones, riesgo de inundaciones y temporal marítimo en la Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares.
Entre el domingo y el lunes se han superado los 300 litros por metro cuadrado en zonas como el delta del Ebro, y se ha mantenido activo el aviso rojo en Valencia hasta la medianoche después de que decayera a mediodía el máximo nivel de alerta en Castellón y Tarragona. Andalucía, Aragón, Baleares y Castilla-La Mancha han sido otras de las regiones afectadas.
Estas precipitaciones tan intensas se deben al encuentro entre Gabrielle y una vaguada -una lengua de aire frío- en niveles medios y altos de la troposfera, a lo que se ha sumado la abundante humedad disponible por el calor de las aguas del Mediterráneo y los vientos de Levante. Esto favorece la formación de "tormentas muy eficientes", según el portavoz de Aemet, Rubén del Campo.
"Esto puede dar lugar a tormentas casi estacionarias, que descargan grandes cantidades de agua sobre la misma zona durante muchas horas, aumentando notablemente el riesgo de inundaciones", advierte la meteoróloga Mar Gómez a EL ESPAÑOL. "El aviso debe extenderse más allá de lo habitual, incluso más de 48 horas, algo que subraya el carácter excepcional del episodio".
A lo largo de hoy martes, la inestabilidad se desplazará hacia las Islas Baleares, donde "también se esperan precipitaciones muy intensas", ha precisado Del Campo. Se ha activado el aviso naranja -riesgo importante- en todo el archipiélago por lluvias que podrían acumular 50 litros en una hora, o más de 100 litros en 2-3 horas.
Además de Baleares, las precipitaciones más intensas y persistentes se concentrarán en el centro y sur de la Comunidad Valenciana, aunque también alcanzarán a las regiones del sureste peninsular. El portavoz ha advertido también de la posibilidad de crecidas súbitas en cauces, ramblas y barrancos, y ha pedido a la población extremar la precaución y mantenerse informada a través de los avisos oficiales.
Diferente a la dana de 2024
Del Campo ha querido aclarar que este episodio no tiene la misma naturaleza que el de octubre de 2024, "cuando las lluvias más abundantes se registraron en el interior y la riada afectó a zonas donde apenas había llovido", explica. En esta ocasión, "el riesgo principal es de inundaciones in situ, allí donde se produzcan las precipitaciones más intensas".
"Aunque parezca increíble, el que fue el huracán Gabrielle, ya convertido frente a nuestras costas en una borrasca post tropical, es el responsable de que la configuración atmosférica haya sido óptima para que se dé esta situación", explica Gómez en uno de sus posts.
La experta enumera los factores que han contribuido a las lluvias. Primero, las bajas presiones sobre el tercio sur peninsular que favorecen el ascenso del aire cálido y húmedo, y el desarrollo de nubosidad. A continuación, un anticiclón situado al norte ha canalizado un intenso flujo de vientos húmedos del este hacia la fachada mediterránea.
La humedad subtropical impulsada por Gabrielle, sumada a la vaguada y a la particular orografía del terreno han terminado por favorecer las lluvias extremas. En esta ocasión no ha habido una dana (Depresión Aislada en Niveles Altos), una "bolsa de aire frío en altura" que interactuó con un flujo húmedo de levante.
"Es importante tener en cuenta que no todos los episodios de lluvias torrenciales están asociados a una dana, ni todas las danas provocan precipitaciones extremas", recuerda la experta a este diario. "Cada situación tiene su propia dinámica, pero lo relevante es que cuando coinciden varios factores (humedad abundante, inestabilidad, orografía y persistencia), el resultado puede ser igualmente adverso".
El final del temporal
Será a última hora de este martes cuando la situación comience a remitir, con el desplazamiento de la vaguada hacia el este, más allá de nuestras fronteras. En las próximas horas será por una dorsal de altas presiones que avanzará desde el Atlántico. No obstante, el miércoles todavía podrían producirse chubascos y tormentas en la Comunidad Valenciana, Baleares, Murcia y este de Andalucía y de Castilla-La Mancha.
"A partir de mediados de semana, el desplazamiento de la borrasca y la pérdida de los ingredientes que han favorecido las precipitaciones, como el flujo persistente de levante, la abundante humedad y la inestabilidad en altura, harán que el tiempo se vuelva más estable y seco en la mayor parte del país", adelanta Gómez.
La dorsal contribuirá a que las temperaturas recuperen varios grados en algunas capitales ya desde este martes. Será a partir del fin de semana cuando notaremos la subida con fuerza. La presencia de altas presiones y una masa de aire más cálida nos devolverá máximas de entre 30 ºC y 35 ºC en zonas del sur peninsular, y valores más altos en otras muchas capitales.
