España ha dejado definitivamente atrás en la primera semana de 2024 las elevadas temperaturas que se prolongaron hasta el comienzo del invierno de 2023. El fin de semana de Reyes ha estado marcado por el frío intenso según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), con mínimas de hasta -13ºC en puntos del Pirineo o -6ºC en zonas del interior de Barcelona. Incluso en Baleares se han producido heladas con un grado bajo cero en Campos, Mallorca.
Las lluvias se han ceñido a la cornisa cantábrica, con hasta 29 litros por metro cuadrado (l/m2) en puntos de Álava, y la cota de nieve ha oscilado entre los 400/800 metros y los 600/900, acaparando los Pirineos las principales nevadas. Se trata no obstante del anticipo de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que irrumpirá este miércoles 10 de enero. Según avisa el portavoz de Aemet, Cayetano Torres, provocará nevadas en buena parte de la mitad norte, "especialmente en el tercio nordeste peninsular".
Ya desde este martes 9, la aproximación de la DANA dejará fuertes e intensas tormentas en el suroeste andaluz y el entorno del Estrecho. Nevaría a partir de los 500 metros en las mesetas norte y sur, en el macizo Central e Ibérico, así como en la cordillera cantábrica y en sierras del sudeste. Las máximas descenderán en todo el Mediterráneo, nordeste y Cantábrico. Por la noche, se esperan heladas en el interior, en la mitad norte, en el este y en los sistemas montañosos.
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A partir del miércoles, con la DANA posicionada y desplazándose sobre la península, lo más significativo serán "las nevadas", precisa Aemet, que caerán en toda la mitad norte peninsular. Serán especialmente intensas en el cuadrante nordeste de Cataluña, norte de Aragón, en el Sistema Central y en la Cantábrica. Las precipitaciones serán generalizadas en prácticamente toda España salvo Canarias, con nieve a partir de los 300 metros en el nordeste, bajando a 400/600 en la meseta norte, en el Alto Ebro, en la Cantábrica y en los macizos central e ibérico.
"El jueves la inestabilidad persistirá en Cataluña y Baleares, con aguaceros localmente intensos y ocasionalmente tormentosos, que se extenderán a Aragón y al norte de la Comunitat Valenciana", explica Samuel Biener, experto de Meteored. "También se esperan en zonas de la Meseta Sur y en el sureste, así como en el litoral cantábrico. Al no profundizarse la borrasca, las lluvias y nevadas quedarían bastante más restringidas respecto a lo que mostraban los mapas en los días anteriores".
No obstante, la inestabilidad se retirará de cara al fin de semana, "con aguaceros aún a primeras horas del viernes en el este que quedarían restringidos después a Baleares", prosigue Biener. El ambiente estable regresará a gran parte del país, incluso con "valores altos para la época" en Canarias y "temperaturas máximas de más de 20 ºC en las regiones mediterráneas y en Andalucía" durante el domingo. "Habrá que esperar para volver a ver una gran nevada en el interior peninsular".
"Llega a mediados de estación"
Pese a la anticipación, no estamos ante una situación equiparable a Filomena o Gloria, los dos últimos temporales invernales de mayor intensidad. "Entonces tuvimos mucho frío en las semanas anteriores que se fue acumulando en capas medias y bajas sobre la Península. Teníamos el 'congelador' en marcha", explica Biener. Cuando una borrasca concreta como Filomena, procedente del Atlántico con aire más templado y húmedo, chocó con este aire frío y seco, se tradujo en una situación de "precipitaciones persistentes y abundantes" de nieve.
¿Por qué no ocurrirá en esta ocasión? "Los modelos intuían como escenario más probable una entrada importante de aire polar continental procedente del este de Europa, y que la borrasca que se forma el Mediterráneo fuera más profunda", explica el climatólogo. Pero finalmente no alcanzará la suficiente potencia como para canalizar la cantidad de viento húmedo y templado, ni la península ha acumulado el suficiente frío como para que se den estas "circunstancias perfectas". Y es que hasta este fin de semana, y "quitando la parte alta de la cordillera cantábrica", no había nieve en ninguna cumbre del interior, recuerda Biener.
La buena noticia es que este breve temporal beneficiará a las zonas más castigadas por la sequía. "En Cataluña pueden caer más de 50 o 60 litros en zonas que queden expuestas a ese flujo de Levante. Pero el problema es que el déficit es tan grande que casi tendrían que ir a borrasca por día durante varias semanas para recuperarse", valora el experto. Tras ello, el escenario "más probable" es el del regreso de los vientos ponientes. "Eso se traduce en un ambiente templado y lluvias en la vertiente atlántica", precisa.
Lo que es "toda una novedad" en la opinión del climatólogo es que este "primer temporal verdadero" de invierno haya llegado "casi a la mitad" de la estación meteorológica, que se considera que comenzó el 1 de diciembre. "Esto nos da idea de cómo está siendo el invierno, con ambiente templado y nevadas solo en zonas altas. Eso no quiere decir que no se vayan a producir episodios breves y potentes, pero el escenario más probable es que vuelvan los ponientes. Y eso implica un riesgo de deshielo ya desde este fin de semana", concluye.