Paolo Fava
Publicada

El zoológico de Aalborg en Dinamarca ha comunicado que no va a detener su plan de donaciones de pequeños animales domésticos -"pollos, conejos y cobayas"- que recoge para alimentar a los depredadores que mantiene en cautividad. El parque ha comunicado sin embargo que suspenderá los comentarios en sus redes sociales debido a la avalancha de "mensajes de odio" que están recibiendo al viralizarse en todo el mundo su historia.

Los gestores del zoo insisten en que se trata de alimentar a animales como el lince europeo, "que solo come presas enteras", y que necesitan este tipo de criaturas equivalentes a las que "cazaría normalmente en la naturaleza". El centro aclara que las mascotas donadas no son soltadas vivas, sino que son eutanizadas "cuidadosamente" antes de entregarse a los depredadores.

El zoo de Aalborg sostiene que esta donación de mascotas es una manera de "no desperdiciar" animales de los que los propietarios se iban a "librar" por cualquier motivo. Aluden también a la "responsabilidad de imitar la cadena alimentaria natural de los animales", por motivos tanto de "bienestar animal" como por "integridad profesional."

"De esa manera, nada se desperdicia - y garantizamos el comportamiento natural, la nutrición y el bienestar de nuestros depredadores", concluye el mensaje con emoticonos de corazones y el símbolo internacional del reciclado. También enlaza a su programa de donación de caballos, que sirven como alimento a los depredadores de mayor tamaño, como los tigres.

Estos caballos deben ser entregados al zoo para ser igualmente eutanizados y despiezados. El centro aclara que los propietarios no reciben dinero, pero pueden desgravarse fiscalmente por el equino así donado, en un valor en coronas danesas que dependerá de su tamaño. Por otro lado, también aclaran que aceptan pollos, cobayas y conejos solo entre semana y de 10.00h a 13.00h, y nunca "más de cuatro ejemplares a la vez".

Prácticas cuestionables

Los gestores insisten en que la práctica de la donación de mascotas como alimento está perfectamente integrada en la sociedad danesa y en los visitantes del zoológico, que la entienden como una manera sostenible de conservar especies. Sin embargo, no es la primera vez que las decisiones de los administradores de la fauna en el país causan indignación mundial.

En 2014, el zoológico de Copenhague decidió sacrificar a una jirafa macho en buen estado de salud, Marius, para evitar la endogamia en su rebaño. El cadáver también fue despiezado y dado de alimento a los tigres, leones y leopardos del zoo, pese a que varios centros habían mostrado su interés en albergar a la jirafa.

La indignación por el sacrificio de Marius fue aún mayor cuando semanas después el zoo de Copenhague mató a cuatro leones, una pareja "muy vieja" y dos cachorros a los que un nuevo macho "habría matado de todas formas". Pese a las críticas, el zoo no solo ha seguido sacrificando animales, sino que las disecciones de los cuerpos se han realizado en público.

No obstante, esta actitud se tiende a explicar por la diferente sensibilidad en la sociedad danesa hacia los animales domésticos. Hasta fecha muy reciente, era más común que se criasen en granjas -incluso como pasatiempo- en lugar de convivir como mascotas en los hogares de los daneses. Un estudio publicado en Plos One detectó que entre 1998 y 2022, los gatos viviendo en granjas se redujeron en dos tercios, mientras que aquellos viviendo en casas se duplicaron.