El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió esta semana de que la crisis climática tiene al planeta "al borde del abismo", en una mensaje enviado a un foro sobre Cambio Climático convocado por el Gobierno alemán.

"Con los compromisos actuales, todavía nos dirigimos a un aumento desastroso de la temperatura de 2,4 grados para finales de siglo. Estamos al borde del abismo", alertó.

Sin embargo, Guterres indicó que todavía es posible evitar los peores impactos del cambio climático, si hay cooperación y si se aprovecha la recuperación tras la pandemia de coronavirus para emprender "un camino más limpio y ecológico".

"Esto permitirá que tanto los países desarrollados como los países en desarrollo se movilicen para reducir a cero sus emisiones a mediados de siglo y desarrollar resiliencia a los cambios venideros", manifestó.

Guterres ve algunas señales alentadoras, como que los países que representan el 68% de la economía mundial y el 61 % de las emisiones se hayan comprometido a llegar a la neutralidad climática a mediados de siglo.

No obstante, dijo que se necesita aún más en el camino hacia ese objetivo y que para 2030 las emisiones tienen que haberse reducido en un 45% con respecto a los niveles de 2010 para alcanzar la meta de las emisiones cero en 2050.

Entre las prioridades para alcanzar esa meta, Guterres mencionó el abandono del carbón, a más tardar en 2030 por parte de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y en 2040 para todo el mundo.

Además, Guterres subrayó que el paso a las energías renovables debe ser una "transición justa, que involucre a los gobiernos locales, los sindicatos y el sector privado para apoyar a las comunidades afectadas y generar empleos verdes".

"Ya no podemos permitirnos una gran infraestructura de combustibles fósiles en ningún lado. Las inversiones en ello solo agravan la situación y ni siquiera son rentables", resaltó.

COP 26

A seis meses de la próxima conferencia sobre el clima, Guterres dijo que los países desarrollados deben cumplir su vieja promesa de proporcionar 100.000 millones de dólares anuales (unos 83.000 millones de euros al cambio actual) para la acción climática en las naciones en desarrollo.

"La próxima cumbre del G7 es un momento crucial. Hago un llamamiento a los líderes del G7 para que tomen el liderazgo, seguido de otros países desarrollados, para hacer promesas sustanciales de financiación para los próximos cinco años", manifestó acerca de la reunión del grupo de los Estados más industrializados en junio en Inglaterra. 

"Para algunos, esto significa al menos duplicar sus últimos compromisos climáticos", añadió.

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