Vadim Plotnikov y sus cuatro compañeros en la estación meteorológica situada en la remota isla de Vaigach, en el Ártico, no han tenido unos días fáciles.

Hace dos semanas que estos científicos venían alertando de que habían visto algunos osos polares en los alrededores de la estación. De hecho, uno de ellos devoró a uno de los dos perros que tenían en la estación y, más tarde, se le vio durmiendo bajo una ventana.

No es que los meteorólogos tuvieran grandes planes para el finde, pero fueran cuales fueran, tuvieron que cancelarlos al verse rodeados por diez grandes ejemplares de estos osos, más algunos cachorros. Además, se habían quedado sin las bengalas que habitualmente utilizan para intimidar a estos grandes depredadores.

"Es peligroso salir porque nos hemos quedado sin medios para asustar a los osos", dijo Plotnikov a la cadena rusa TASS, la primera en alertar del drama que estaban viviendo en la estación meteorológica de Troynoy.

Tres osos polares de patrulla por la isla. WWF Russia

Además, tampoco tenían la posibilidad de disparar a los osos polares, ya que -aunque les doblaban en número- son animales amenazados y fuertemente protegidos en Rusia. "Tuvimos que detener algunas de nuestras observaciones meteorológicas", declaró este abnegado profesional.

Para acabar de rematar la situación, el próximo envío de bengalas estaba previsto para un mes más tarde, cuando el navío Mikhail Somov pasara por la isla. Vassiliy Shevchenko, director del centro de monitorización de Sevgidromet les dijo que tendrían que esperar hasta que los osos decidieran marcharse al empezar la temporada de caza, a finales de octubre.

Pero entonces, algo bueno sucedió al fin. No, no era Vladimir Putin a lomos de un animal mitológico sino el Akademik Tryoshnikov, estandarte de la investigación naval rusa, que por casualidad pasaba cerca de la isla. Según informa The Guardian, enviaron un helicóptero que contenía  material pirotécnico y tres nuevos cachorros de perro. Por último, miembros de la tripulación ayudaron a espantar a los osos de los alrededores de la estación meteorológica.

¿Y qué hacían los osos en la isla? Según Yelena Novikova, portavoz del Sevgidromet, las reducciones en la capa de hielo ártico registradas este año forzaron a los osos a dirigirse hacia allí: "Los osos suelen ir a otras islas, pero este año no lo hicieron", dijo, "el hielo se contrajo muy rápido y los osos no tuvieron tiempo de nadar a otras islas, y como en esa no hay comida, fueron hasta la estación".