El inventor francés Franky Zapata ha fracasado en su intento por atravesar el Canal de la Mancha con su "flyboard", una plataforma volante unipersonal propulsada con cinco pequeños reactores que se alimentan con un depósito de queroseno en su mochila.

Zapata, que despegó desde la playa de Sangatte en Francia poco después de las 9.00h locales, cayó al mar a unos 18 kilómetros de allí cuando estaba haciendo la maniobra para repostar desde una plataforma que se había montado en un barco, explicó Stéphane Denis, uno de sus colaboradores al canal BFMTV.

La operación falló a causa de las olas que sacudían esa plataforma desde la que Zapata (40 años) debía recibir una manguera para el repostado, señaló Denis, que precisó que fue rápidamente recuperado por otra embarcación y que no resultó herido. Él mismo había previsto que tenía un 30% de posibilidades de alcanzar su meta.

Su intención era llegar hasta los alrededores de la localidad de Dover, en la costa inglesa, a 36 kilómetros de su punto de partida, al cabo de una veintena de minutos volando a unos 15-20 metros de altura sobre el nivel del mar y a una velocidad de crucero de 140 kilómetros.

Lo pretendía hacer el mismo día que se cumplían 110 años desde la primera travesía en avión del Canal de la Mancha, protagonizada por el francés Louis Blériot. Zapata, deportista de alto nivel originario de Marsella, fue campeón mundial y de Europa de "jet-ski" (moto acuática) y ha desarrollado recientemente su "flyboard" con el apoyo del Ejército francés.

De hecho, la verdadera puesta de largo de este invento tuvo lugar el pasado 14 de julio durante el tradicional desfile militar de la Fiesta Nacional francesa, cuando realizó un vuelo de demostración espectacular con un fusil en las manos en la plaza de la Concordia hasta tomar tierra junto al presidente francés, Emmanuel Macron.

Macron invirtió 1,3 millones de euros para perfeccionar el sistema con el objetivo de contar con un dispositivo similar como una de las armas defensivas del ejército francés. Además de poder ser una vía de transporte o vigilancia, será también una plataforma de ataque si fuese necesario.

Su plataforma le permite volar de pie a una velocidad de hasta 190 kilómetros por hora con una autonomía de una decena de minutos. El principal desafío para alcanzar las costas británicas desde las francesas, algo que se prevé que vuelva a intentar próximamente, es el volumen de queroseno necesario, unos 70 litros. Eso le obliga a recargar los depósitos a mitad de camino.

El Flyboard posee cinco motores de 1.000 CV para sus turbinas, por lo que si uno se rompiese existiría la posibilidad de usar los otros. Zapata asegura que un problema en un propulsor puede ser compensado con facilidad por el ordenador de a bordo y por los controles manuales del piloto. Si fallasen dos motores, el Flyboard descenderá hasta el suelo de manera controlada. 

[Más información: Así es el Flyboard, la nueva arma del ejército francés creada por el campeón del mundo de esquí acuático]

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