Durante su ronda de llamadas a distintos mandatarios la semana pasada, el presidente Donald Trump interrumpió durante unos minutos su conferencia con Vladimir Putin, que acababa de sacar el tema del acuerdo nuclear New START, para preguntar a uno de sus ayudantes qué era eso del New START.

Tras la explicación, el presidente comunicó a Putin que era un mal trato, negociado por la administración Obama y que favorecía a Rusia.

Sin embargo, durante la campaña, Trump se jactaba de controlar muchísimo del tema, gracias a su tío, John G. Trump, físico que llegó a ser director de investigación del prestigioso Instituto de Tecnología de Massachussets.

En concreto, su frase fetiche era: "Mi tío solía hablarme de lo nuclear antes de que lo nuclear fuera nuclear". Teniendo en cuenta que Donald -quien es hijo del hermano de John, Frederick Trump- nació en 1946, tras Hiroshima, Nagasaki o Alamogordo, la afirmación es controvertida. También dijo en un discurso reciente que su tío John le reveló hace 35 años los peligros que encerraban las armas nucleares. Esto es, a principios de los años ochenta.

¿Quién fue John Trump?

En el obituario que le dedicó el New York Times en febrero de 1985, explican cómo John Trump empezó a interesarse por los experimentos de alto voltaje, en principio ideado con fines clínicos. Junto a Robert Van de Graaff, creo el primer generador de rayos X de un millón de voltios, algo que "proporcionó años adicionales de vida a enfermos de cáncer de todo el mundo". Esto fue en los años 30 del siglo pasado.

A la izquierda, Frederick, el padre de Trump. A la derecha, su tío John. EE

La guerra le absorbió y el tío de Trump centró su talento en desarrollar radares y dispositivos de onda corta. Tras el conflicto, siguió vinculado al MIT y publicando más de 80 artículos científicos. A lo largo de su vida recibió prácticamente todas las condecoraciones que un físico nuclear puede recibir, como una Medalla Nacional de Ciencia o la Medalla de Su Majestad, otorgada por entonces el rey de Inglaterra, Jorge VI.

En alguna ocasión, Donald Trump ha mencionado a su tío como prueba de que porta los mismos genes que un brillante físico nuclear. Por ejemplo, en esta entrevista con Anderson Cooper en CNN, dice "tuve un tío que fue al MIT, un profesor de primera. Doctor John Trump. Un genio. Es mi sangre. Soy inteligente. Grandes notas. Como realmente inteligente".

Trump ha sacado de la chistera a su tío en muchas otras ocasiones, a veces para hablar de lo nuclear, otras para hablar de tecnología y otras, como cuando le preguntaron si seguiría usando un lenguaje tan procaz si llegaba a presidente. "Mi tío, diría que mi tío fue una persona brillante", respondió Trump, "estuvo 35 años en el MIT. Como gran científico e ingeniero, en realidad más que otra cosa, el doctor John Trump, un gran tipo. Soy una persona inteligente. Entiendo lo que está pasando".

Foto de John Trump cuando ya estaba retirado. Wikimedia Commons

Como resumía muy bien un perfil que hicieron a John Trump en The New Yorker, en el universo retórico de su sobrino, el ingeniero del MIT funciona como un garantizador eugénico de inteligencia.

Trump vs. Tesla

Pese a que el republicano tiende a exagerar, cuando habla de su tío está en lo cierto. Una de sus anécdotas más conocidas tuvo lugar en enero de 1943.

Nikola Tesla acababa de morir en Nueva York y sus posesiones fueron reclamadas por la llamada Oficina de Custodia de la Propiedad Ajena, una institución que funcionó durante las dos guerras mundiales para, básicamente, saquear a lo que ellos consideraran enemigos de la patria. Semanas más tarde, el FBI tuvo que enfrentarse a los documentos de Tesla y adivinen a quién escogieron para interpretarlos.

Tras examinar los documentos, John Trump llegó a la conclusión de que "los pensamientos y esfuerzos de Tesla durante al menos los últimos 15 años fueron primariamente de un carácter especulativo, filosófico y de alguna manera promocional", pero sin embargo, "no incluían principios o métodos nuevos, sólidos o factibles para llegar a esos resultados".

Sí, puede que el tío de Trump contribuyera al ostracismo sufrido por el genial balcánico, pero sus contribuciones en el laboratorio de alto voltaje del MIT, en el desarrollo de aplicaciones de radar y onda corta, y en las pioneras radioterapias hacen muy comprensible que, en su obituario, el hoy presidente de Estados Unidos apenas ocupase una línea: "Era hermano de Frederick C. Trump y el tío de Donald Trump, promotores inmobiliarios de Nueva York".

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