Este 12 de octubre ha finalizado la época de peligro alto de incendios forestales en Castilla y León. Sin embargo, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha declarado el peligro medio en las nueve provincias de la Comunidad hasta el próximo jueves 19, a causa del anticiclón que amenaza la Península y que plantea un serio riesgo de incendios, sobre todo, durante las horas centrales del día, por venir acompañado de temperaturas significativamente superiores a las habituales para esta época del año. 

Si bien es cierto que para el fin de semana Castilla y León espera la llegada de una borrasca bastante activa que cruzará la Comunidad de oeste a este, contribuyendo significativamente a reducir el riesgo de incendios forestales. 

La declaración de la Administración regional implica el mantenimiento de un importante despliegue de medios capaces de prevenir y controlar cualquier posible incendio. 

De este modo, habrá personal de guardia, incluyendo agentes medioambientales y técnicos especializados en extinción, así como medios aéreos, autobombas y cuadrillas nocturnas. A todo ello se suman cuadrillas terrestres y equipos de maquinaria. 

En el ámbito de la prevención, la Junta también recuerda que en el monte y a menos de 400 metros de este está prohibido quemar rastrojos; hacer hogueras y fogatas; encender fuego en las áreas de descanso de la red de carreteras; tirar fósforos, colillas o cualquier material en ignición al suelo; quemar basureros, vertederos o cualquier acumulación de residuos de cualquier tipo al aire libre; arrojar los desechos o residuos que con el tiempo puedan resultar combustibles o susceptibles de provocar combustión fuera de los contenedores de basura; y aparcar vehículos en los caminos, pistas forestales y cortafuegos, de modo que supongan un impedimento al paso de los vehículos del Operativo de lucha contra los incendios forestales.

Además, sigue siendo necesaria una autorización para lanzar cohetes, globos o artefactos de cualquier clase que contengan fuego y no se darán autorizaciones de quema de vegetación y restos vegetales, ni se podrá quemar mediante comunicación en este periodo.

Desde la Junta de Castilla y León se confía en que la población siga extremando la prudencia en sus actividades de trabajo y ocio al aire libre para evitar el inicio de un posible incendio y, en caso de producirse, recomiendan alertar al 112. Asimismo, recuerdan que la realización de actividades no permitidas puede causar incendios que ocasionen un grave riesgo para las vidas humanas, poblaciones y otros bienes, así como para el patrimonio natural y cultural, y que, además, pueden ser acciones constitutivas de delito, por lo que hacen un llamamiento a la responsabilidad y a la colaboración ciudadana para evitarlas.

Cabe destacar que, pese a todo, las estadísticas de este año muestran una mejora con respecto a la última década. Tanto es así, que hasta el 10 de octubre, el número de incendios ha sido un 33 % menor que la media de los últimos 10 años, mientras que el número de conatos un 14 % mayor. La superficie arbolada quemada este año es de 755 hectáreas y la superficie forestal afectada es de 3.345 hectáreas, ambos datos considerablemente inferiores a la media de la última década.