Grandes personalidades de la historia han sido bisexuales, desde Freddie Mercury hasta Angelina Jolie, pasando por personalidades relevantes en España como Paco León, la influencer Dulceida o el arquitecto Joaquín Torres. El día 23 de septiembre se celebra el día de la Visibilidad Bisexual. Esta orientación sexual se define como la atracción afectiva, emocional y sexual por personas independientemente de su género.

Este día comienza en 1999 cuando se estableció en Estados Unidos un día internacional para reivindicar esta orientación en particular. La razón de esta fecha es la coincidencia con el nacimiento de Freddie Mercury, uno de los mayores referentes bisexuales de la historia.

Ya en 1990 se publicó el Manifiesto Bisexual en la revista Cualquier cosa que se mueva (Anything that moves). "Estamos cansados de ser analizados, definidos y representados por personas distintas a nosotros mismos o, peor aún, que no nos consideren en absoluto", así comienza una reivindicación en la que reniegan del binarismo de la sexualidad: "la invisibilidad que proviene de que se nos diga o se espere que elijamos una identidad homosexual o heterosexual". En este manifiesto, hace 42 años, ya se hablaba de que las personas bisexuales estaban discriminadas y ampliamente estereotipadas: promiscuos, infieles, confusos.

Sin embargo, existen muchos prejuicios hacia la bisexualidad. Virginia Hernández, de la Fundación Triángulo de Castilla y León, desmiente algunos de ellos: "las personas bisexuales se enfrentan al estereotipo del vicio, se asocia la bisexualidad con personas que son muy viciosas y que lo quieren todo. También dentro del propio colectivo LGBT muchas veces se tiene el prejuicio de que la bisexualidad es una transición, de que es un paso de gente que no acepta su propia homosexualidad y entonces se declara a medio camino."

Pregunta: ¿Qué discriminación específica sufren las personas bisexuales?

Respuesta: Esto es más complicado porque una persona bisexual siempre se puede "aprovechar" del hetero-passing. El problema está en que cuando una mujer bisexual está con una mujer se la asocia ya directamente a ser lesbiana, y cuando está con un hombre, se asume directamente que es heterosexual.

Al final el prejuicio no está tanto en la orientación sexual sino en la expresión de esta, si tiene mucho hetero-passing hetero-passing probablemente no supone muchos prejuicios, por ejemplo, un hombre bisexual con una apariencia más masculina, más ruda, no será juzgado; si tiene más 'pluma' se le asociará a una persona homosexual y se enfrentará a esos prejuicios.

Probablemente durante mucho tiempo, dentro del propio colectivo había una bifobia interiorizada, porque se decía que les costaba mucho más ligar porque las personas homosexuales no querían estar con una persona bisexual.

P: ¿Cómo desmentiría el prejuicio de que los bisexuales son personas promiscuas?

R: Sobre todo, las personas bisexuales se enfrentan al estereotipo del vicio, se asocia la bisexualidad con personas que son muy viciosas y que lo quieren todo. También dentro del propio colectivo LGBT muchas veces se tiene el prejuicio de que la bisexualidad es una transición, de que es un paso de gente que no acepta su propia homosexualidad y entonces se declara "a medio camino".

La gente se piensa que una persona entra en Tinder y todo el mercado para él, pero, aunque seas bisexual tienes afinidad con determinado grupo de personas y eso es lo que te atrae, no por eso te gusta todo y quieres hacerlo con todo el mundo.

P: ¿Hay diferencias entre ser una mujer bisexual y ser un hombre bisexual?

P: Es muy curioso cómo hay muchas más mujeres que se declaran bisexuales que hombres, eso nos habla del machismo y de la cantidad de prejuicios que hay dentro del propio colectivo masculino. Esto nos lleva a hablar de la propia bifobia interiorizada, que es ese proceso que sufren las personas bisexuales por el cual no se aceptan. Es por ese yugo de la normatividad que impone la sociedad, que es mucho más duro entre los chicos que entre las chicas.

P: ¿Cómo repercute esto en las mujeres?

R: Las mujeres bisexuales sufren el machismo de hombres que al final acaban considerándolas como un fetiche sexual". Se trata de una fantasía muy recurrente, acostarse con una mujer bisexual para satisfacer la idea de acostarse con una mujer lesbiana. Esto creo que nos habla de una sexualidad tóxica, mal entendida porque implica de alguna manera mantener relaciones sexuales con alguien que a priori, no siente atracción por ti o que esa no atracción es un error".

También esto lleva a que se cosifique a las mujeres bisexuales como un objeto para realizar un trío en parejas heterosexuales: "piensan que mejor que una persona que te va a besar a ti y va a besar a tu mujer con el mismo gusto".

R: ¿Por qué el día de la visibilidad bisexual?

R: Porque lo que no se nombra, lo que no se visibiliza; no existe, entonces hay que hablar abiertamente de estas realidades y colocarlas en el espacio público y ante la opinión pública precisamente para normalizar su existencia. De esa manera, también desechar todos esos prejuicios contra la bisexualidad.

P: ¿Se trata por tanto de un colectivo invisibilizado?

R: Es una parte, no sé si invisibilizada, porque es una parte del colectivo más numerosa, pero sí que es cierto que durante mucho tiempo se ha considerado a las personas bisexuales como si no fuera una sexualidad plena, sino como una transición o proceso de autoaceptación, cuando es una sexualidad completa.

P: ¿Hay suficientes referentes para las personas bisexuales?

R: No. En el colectivo LGBT no todo el mundo tiene la misma visibilidad, ni tienen las mismas oportunidades, ni tienen los mismos derechos, ni las mismas discriminaciones.

Las personas más visibilizadas y menos discriminadas son los hombres gays y cis. Las mujeres lesbianas pueden tener menos derechos que las personas bisexuales respecto a ese hetero-passing. Es cierto que a la hora de ver representación en la ficción solo, salvo que se nos diga específicamente que es una persona bi, casi siempre se acaba leyendo como una pareja homosexual cuando sucede.

La realidad es que en la ficción falta mucho para visibilizar personas que efectivamente puedan expresar atracción o sentimientos hacia personas del mismo género y del resto. Muchas veces, yo creo que los creadores de ficción piensan que, si hay representación hetero y representación homo, la bisexualidad viene implícita porque están ambas opciones, porque no se desarrollan muchos personajes que a lo largo de una serie se desarrolles como personas bisexuales.

Las etiquetas y las modas

Además de estos prejuicios e invisibilidad, existe el tópico de que las personas bisexuales se declaran así para "ser diferentes" o como una moda entre los más jóvenes.

P: ¿Las etiquetas son buenas?

R: Si atendemos a los postulados de las teorías queer, tenemos que ir hacia la abolición de las etiquetas porque tenemos que entendernos como personas absolutamente diversas, no hay personas iguales. Muchas veces etiquetarse es encorsetarse y no es tanto que nosotros nos hagamos a las etiquetas, sino que nos acabamos marcando los márgenes nosotros.

Al final es importante visibilizarse porque lo que no se nombra no existe, a día de hoy creemos que las etiquetas siguen siendo útiles en tanto y cuanto las etiquetas visibilizan y son sujetos de derecho.

Si nos vamos al ámbito jurídico, no podemos legislar para grupos de 10 en 10 pero permite agrupar personas con características muy similares. Lo que no puede pasar es que la etiqueta le acabe suponiendo un corsé o un límite.

Si nos vamos más al plano filosófico, podemos entender que las etiquetas pueden suponer parte de un sistema opresor, pero lo que es vivir en la sociedad capitalista en la que vivimos actualmente, las etiquetas son absolutamente necesarias.

P: ¿Bisexual o pansexual?

R: Como opinión personal, el problema de los términos es que la bisexualidad hace referencia exclusivamente al sexo, aunque desde un primer momento he hablado de género. Durante mucho tiempo se ha prestado mucha atención a lo que se refiere a lo exclusivamente sexual y ahora estamos escrutando unos caminos respecto a la sexualidad y el género que no se exploraron antes. Mucha gente usa el término de forma indiferente.

Si que es cierto que, sobre todo la gente más joven, se define más como pansexual y menos como bisexual. Creo que tiene que ver con como las nuevas generaciones viven la realidad de los géneros que no es como las generaciones más mayores. Cada vez se pone más sobre la mesa el hecho de que tú puedes sentir atracción por un género u otro con independencia del sexo que tiene, porque tú no te enamoras de unos genitales, sino de todo lo demás.

Por lo menos la gente más joven usa los términos de manera sinónima. Creo que en general si no hay un tema de transfobia por medio, nadie se sentirá incómodo con la palabra pansexual.

P: ¿Bisexual o heterocurioso?

R: Es un melón, porque habría que ver si detrás de esa heterocuriosidad no hay una bisexualidad porque al final habrá gente que realmente sea heterosexual y tenga algo de curiosidad. Al final la heterosexualidad es un sistema opresor en el que nos han educado a todos y a todas. Yo creo que muchas veces detrás hay una bisexualidad reprimida.

Mucha gente piensa que la heterocuriosidad es 50-50 y no, la bisexualidad puede ser que te gusten mayoritariamente hombres o viceversa, o por épocas de tu vida. Creo que mucha gente como no es mitad y mitad se considera heterocuriosa y realmente es bisexual.

También además existe lo que es llamado sentirse 'LGBT impostor'. Es el síndrome del impostor que sienten las personas bisexuales cuando no han tenido una relación con personas con su mismo género. Ante esto, Hernández nos comenta que "porque puedes ser LGBT sin tener relaciones con una persona. Bisexual se es, no se practica; no es una opción. Aunque nunca hayas tenido sexo o una relación con una persona de tu mismo género no dejas de ser bisexual".

P: ¿Ser bisexual es una moda?

R: Creo que tenemos que celebrar que las nuevas generaciones están teniendo la valentía de romper esos dogmas que el sistema heteropatriarcal nos había impuesto a las generaciones anteriores. Cuántas personas habrán muerto encerradas en el armario, ni vivir su sexualidad libremente, cuántos matrimonios fallidos, cuántas dificultades para salir del armario y aceptarse por la LGBTfobia interiorizada. Ojalá sea una moda y que cale que las personas no tengamos miedo a expresarnos como somos.