Las disoluciones matrimoniales aumentaron un 51,3 por ciento en Castilla y León en el segundo trimestre del año, después del histórico descenso causado por la pandemia en 2020. En la Comunidad se registraron entre abril y junio 1.035 demandas de disoluciones matrimoniales, frente a las 684 del mismo periodo del pasado año. A nivel nacional el incremento fue del 62,2 por ciento, hasta las 26.752 demandas, según un informe del servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

A pesar de este incremento, Castilla y León continúa presentado la tasa de disolución matrimonial más baja de todo el país, con 43,5 casos por cada 100.000 habitantes, seguida por Aragón, con 45.3 y País Vasco, con 46,9. Por el contrario, la tasa más alta se registró en Canarias, con 69; por delante de Baleares y Comunidad Valenciana, con 63,4 y 62,9, respectivamente; Murcia, 61,8; Cantabria, 60,6; Andalucía, 59; y Madrid, 56,9.

Rupturas matrimoniales en Castilla y León ICAL

Del total de disoluciones en la Comunidad, sólo 51 fueron separaciones, 40 de ellas consensuadas, y el resto, 984, divorcios. En este caso, 364 fueron no consensuados y el resto, 620, con acuerdo previo.