La obra del futuro Museo de Semana Santa de Zamora podría extenderse hasta 2026 y necesitará una nueva licitación con el correspondiente sobrecoste por adaptarlo a los precios de 2023. La Junta de Castilla y León ha decidido resolver el contrato adjudicado a la empresa encargada de los trabajos "de mutuo acuerdo" y sin perjuicio económico para la misma.

Así lo ha explicado la directora general de Vivienda de la Junta de Castilla y León, María Pardo, quien ha acudido a Zamora para reunirse con todas las partes implicadas en el asunto: Ayuntamiento de Zamora, Diputación Provincial y Junta Pro-Semana Santa de Zamora. María Pardo ha detallado que se ha aceptado la petición expresa realizada por la UTE Cyopsa-Sisocia y Exfamex para abandonar el contrato, defendiendo que "no se puede obligar a una empresa a continuar". 

Cabe recordar que el pasado mes de abril, esta empresa decidió unilateralmente paralizar las obras para exigir un aumento del 20% en el pago por sus servicios, alegando que tenía que afrontar una adaptación de la obra por la aparición en el lugar de una antigua atarjea (colector de ladrillo para agua residuales), que coincide con el colector que también apareció en la avenida de la Feria, y que fue proyectado por el arquitecto municipal Segundo Viloria en 1880. 

La Comisión de Patrimonio analizó el caso y concluyó que esta aparición "no obstaculiza para nada la continuación de las obras". Así que las obras llevan paradas desde entonces "por única voluntad del adjudicatario del contrato, no hay razón técnica por la que no puedan continuar", indicaba María Pardo. Así que la empresa solicitó resolver el contrato, algo que la Junta ha aceptado.

Una marcha que no tendrá ni multa o sanción para la empresa en cuestión porque "no ha incurrido en ningún incumplimiento de los plazos contractuales y no estamos en ninguno de los supuestos que tengan sanción", detallaba la directora general de Vivienda. Sobre la posibilidad de iniciar un litigio contra la empresa y que esta pague por el perjuicio que supone este "retraso evidente", desde la Junta prefieren mirar hacia adelante y volver a licitar el contrato, evitando así "un retraso de un año porque cuando se empieza a litigar no se puede contratar". 

Ante las preguntas dudas que genera por qué no se va a responsabilizar económica o jurídicamente a esta empresa por el perjuicio provocado, María Pardo ha explicado que "esta es la situación a la que nos vemos abocada ahora mismo, lo más importante para la Junta es que la ciudadanía sepa que la voluntad es acortar los tiempos lo máximo posible y que lo vean terminado cuanto antes. Estamos dispuestos a perder algo para que las obras se reanuden lo antes posible". 

Así que se da la circunstancia de que esta misma empresa podría volver a presentarse a la nueva licitación, puesto que no tiene sanción o perjuicio alguno por haberla abandonado.

Vuelta a la licitación

Reunión de la la directora general de Vivienda de la Junta de Castilla y León, María Pardo con Francisco Guarido, Jesús María Prada, Leticia García e Isabel Prieto

Así que la decisión de la Junta es la de generar una nueva licitación, donde se buscará un nuevo contratista que sé encargue de las obras. Un proceso que alargará el final de las mismas previsto para 2025. La directora general de Vivienda se ha querido mostrar cauta con respecto a cuándo tendrá Zamora su Museo de Semana Santa, pero sí ha indicado que no podrá ser antes de la Pasión de 2026.

María Pardo ha explicado que se trabaja desde el lunes pasado para elaborar un estudio "exahustivo" para obtener un nuevo presupuesto acorde con los precios y costes de 2023. Cabe recordar que el anterior contrato se tipificó con precios acordes a 2021 y posteriormente se adaptó por el incremento de precios tras la guerra de Ucrania. 

En total, el contrato tenía un coste de 7,7 millones de euros, donde el Ayuntamiento de Zamora y la Diputación Provincial aportan el 21,5%, y el resto es financiado por la Junta. Con la nueva licitación, la directora general de Vivienda calcula que las tres administraciones tendrán que asumir una subida de entre el 15-20% del presupuesto inicial. Eso sí, como parte de los trabajos ya se han realizado (permisos, proyecto, adecuación y derribo del antiguo museo), este aumento se calculará sobre lo que resta de la obra.