Zamora se despertaba ayer con una triste noticia triste para la hostelería local. El reconocido bar Casa Panero ha anunciado su cierre definitivo debido a la enfermedad de su dueño, Miguel. Esta inesperada despedida deja un vacío para los amantes de su tortilla de patatas.

Una despedida que se ha hecho pública a través de la cuenta de Instagram @tortillaszamora, quien ha manifestado que la tortilla de este conocido local ubicado en la calle Amargura era un auténtico deleite gastronómico, al lado de otras tortillas que ya forman parte de la nostalgia zamorana, "como la del bar La Kantinela en el barrio de los Bloques", como apuntaba esta cuenta.

También han destacado que lo que hacía especial a Casa Panero no solo era su exquisita tortilla, sino también el ambiente agradable que lo rodeaba. Siempre estaba lleno de clientes habituales, que disfrutaban de la cercanía y amabilidad de Miguel, el propietario. Este bar era uno de esos lugares que mantenían "una esencia tradicional" y acogedora, "que pocos bares aún mantienen". 

Desde el propio establecimiento, han querido compartir un mensaje con todos los clientes de Casa Panero, donde informan "con gran pesar", que han tomado "la triste decisión de cerrar debido a la enfermedad". También agradecían a 'Tortillas Zamora' haber dado visibilidad "a nuestra ya famosa tortilla de patatas, que ha sido un deleite para nuestros clientes habituales durante cuatro décadas". Y es que antes el local albergaba el Crin14, un clásico taurino de la época, donde se reubicó posteriormente Casa Panero.

Casa Panero reconoce que la promoción de 'Tortillas Zamora' ha sido invaluable, aunque lamentan que muchos seguidores no hayan tenido la oportunidad de probarla. Si bien Zamora cuenta con otras tortillas de gran calidad, desde Casa Panero afirman que ninguna podrá igualar la excelencia y el sabor de su creación culinaria. Con nostalgia y agradecimiento, cierran un capítulo en su historia, dejando un legado culinario que difícilmente será olvidado en Zamora.