UPA Zamora denunció hoy la “maniobra” realizada el pasado domingo por, “al menos, dos empresas relacionadas con la instalación de placas solares”, que visitaron varios municipios de la comarca de Tábara para “recoger firmas entre los vecinos y lograr apoyos para sacar adelante la instalación con el argumento de suculentas subvenciones y sin explicar con detalle la realidad de los impuestos que se generarían y, por lo tanto, de lo que quedaría de renta”.

“Se da la circunstancia de que el lugar donde quieren instalar esas placas es, además de secanos, en plena zona de nuevos regadíos, donde las administraciones públicas han invertido importantes cantidades de dinero, fondos que han salido del bolsillo de todos los zamoranos, para producir alimentos”, según afirmaron fuentes de la organización agraria.

UPA Zamora tildó de “lamentable” que la visita se realizara el pasado domingo, “puesto que lo han hecho coincidir con la gran manifestación del 20M en Madrid en defensa del medio rural”, en la que participaron numerosos agricultores de la comarca de Tábara.

En este contexto, el sindicato agrario reclamó al nuevo Gobierno de Castilla y León que, una vez esté constituido, “como una de las primeras tareas, tenga a bien la publicación de un decreto que recoja una normativa explícita sobre la implantación de placas fotovoltaicas o solares en terrenos no aprovechables para labores agrícolas y ganaderos” y apostilló: “Pedimos una regulación estricta que impida la retirada de terreno fértil y en zona de regadíos para la implantación de grandes plantas de generación eléctrica imponiendo, incluso, el establecimiento de gravámenes que lo penalicen”.

Asimismo, UPA Zamora exigió a las administraciones que “sean firmes” y que “no permitan” a las empresas “especular y aprovecharse” de terreno rural productivo para acoger esas grandes instalaciones de energías renovables “porque son espacios que se necesitan” para la producción de alimentos. “En Zamora, se han perdido en los últimos 30 años miles de hectáreas agrícolas, por lo que deben blindarse los terrenos de cultivo frente la ansiedad privada e, incluso, el afán de las propias administraciones locales, en muchos casos, por facilitar grandes instalaciones de energías renovables en todo tipo de terreno rural, puesto que agravaría aún más el problema de despoblamiento en los pueblos”, recalcaron

“El suelo productor de alimentos es el patrimonio más importante de cualquier sociedad y así es como se debe preservar, estando obligadas las diversas instituciones a establecer medidas legislativas en tal sentido. En Tábara existe mucho terreno improductivo, baldío y de monte bajo que no vale para nada y que estaría disponible para esas instalaciones, que no entrarían en conflicto con ningún sector productivo.”, rubricaron.