Los vallisoletanos Alicia (33) y Carlos (30) constituyen la tercera generación de una familia vinculada al 100% al mundo de la ganadería.
Sus abuelos eran ganaderos, sus padres regentan una industria cárnica en Villabrágima (Valladolid) y ellos cuentan con su propia ganadería de toros, vacas y terneros en la que se encargan de realizar el proceso completo, además de con un restaurante en el municipio vallisoletano de Medina de Rioseco.
Dos negocios al que ahora han sumado un tercero que, además de pionero en España, promete convertirse en todo un reclamo para los amantes de los animales.
Alicia, impulsora de Bos Taurozos
Los hermanos acaban de abrir Bos Taurozos, un zoo de vacas y bueyes "único" en nuestro país, con el que buscan visibilizar las diferentes razas autóctonas que existen sobre esta especie y a través del cual tratan de representar la Península Ibérica a través de sus ríos más importantes".
"Nunca nadie había conseguido llegar a juntarlas a todas en un mismo sitio", explica Alicia en declaraciones a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León.
Se trata de un centro de interpretación ubicado en el Villagarcía de Campos (Valladolid), que abrió sus puertas el pasado lunes, 30 de junio, y en el que se pueden descubrir las 32 razas de bóvidos existentes en la Península Ibérica.
"Nos decidimos a montar este negocio porque creemos que hay muchas razas que se están perdiendo y que la gente ni siquiera sabe que existen".
"Muchos desconocen que tenemos tantas razas de vacas con unas características muy diferenciadas por el lugar donde se han desarrollado, por la climatología a la que han estado sometidas, por pequeños cambios de alimentación y por los animales que se han ido encontrando para defenderse", confiesa la propietaria.
Muy interesados en este campo, los hermanos investigaron sobre todo ello y hace unos dos años pensaron que sería una buena idea juntar todas las razas en un mismo espacio "para que la gente pueda ver y conocer la gran diversidad de animales que tenemos en la Península", apunta.
Así han creado un nuevo parque zoológico de más de 17 hectáreas, entendido como "un espacio lúdico tanto para adultos, como para niños", en el que los animales, con todas las pruebas hechas para que no haya ningún tipo de enfermedad, se encuentran separados en diferentes áreas bautizadas con nombres de ríos, lo que permite, además, "aprender sobre geografía".
Carlos, impulsor de Bos Taurozos
"En cada una de ellas se encuentran las vacas que son típicas de cada zona", apunta Alicia. Pero, ¿por qué ríos? "Por ser la forma más fácil de separar a las vacas, ya que así se pueden clasificar por troncos étnicos y ubicaciones, y darlas un sentido con una cierta organización".
Pero no solo eso. Bos Taurozos completa la experiencia con una zona de ocio y restauración en la que próximamente instalarán un foodtruck, actividades de multiaventura, así como con un servicio de bicicletas gratuitas para que los visitantes puedan utilizarlas para moverse por el recinto.
Y todo, por un precio por entrada de 10 euros para adultos, y ocho para niños de entre 4 y 12 años. Por su parte, los menores de tres años pueden acceder al centro de interpretación de manera gratuita.
Ahora bien, según confiesa Alicia, no ha sido un trabajo fácil, pues lo cierto es que les ha resultado "bastante complicado" traer tantas reses por los numerosos protocolos y controles sanitarios que esto supone. "Y todavía nos faltan", ha comentado.
"Tenemos muchos problemas con alguna porque, por ejemplo, la menorquina necesita estar tres días en un barco. Por eso, la decisión que hemos tomado es que, en vez de traer ese animal y hacerle pasar por ese sufrimiento, vamos a traer un embrión y lo vamos a implantar en una vaca de aquí", explica.
Sea como fuere, lo cierto es que era su sueño y tras dos años de muchos esfuerzos, han logrado hacerlo realidad. Hoy, los hermanos presentan "un lugar único que garantiza una experiencia irrepetible e inolvidable, en la que los visitantes van a conocer muchas cosas que ni siquiera sabían que existían". "Va a sorprender", concluye Alicia.