"Convertir la sencillez en toda una obra de arte". Así es cómo se promocionan en este local hostelero de Valladolid que se ha convertido en un lugar de peregrinaje de los huevos fritos con patatas y chorizo o jamón. Y es que este clásico, básico en cualquier dieta, es todo un roba paladares.
Muchas veces nos complicamos la existencia a la hora de escoger un plato en algunos restaurantes. Aires y espumas, esferificaciones o gelificaciones, deconstrucciones y mil nombres más para técnicas nuevas de cocina que a veces a nuestra propia cabeza le cuesta entender. Por eso, son muchas las veces que acudimos a la cocina tradicional, alejados de los fogones más vanguardistas, para volver a esos platos que nos recuerdan a nuestra casa e infancia.
El huevo frito, las patatas, el chorizo y el jamón. Tres ingredientes de lo más habituales en nuestras cocinas, pero que sumados en un único plato hacen una delicia culinaria que atrapa a cualquier paladar. Por eso, en la Casa Tino, un local que lleva operando desde 1993 en plena capital del Pisuerga, decidieron apostar por este tipo de platos y más especialmente por los huevos fritos. La segunda generación de estos hosteleros, representada en Maru Martínez, según explican en su web, asegura que "no es fácil hacer unos buenos huevos fritos".
"Tienen que estar asentados, no recién cogidos; el aceite muy caliente, la clara espesa y no líquida... a mí me toca tirar más de uno", señala Maru que es el truco la de Casa Tino para este manjar culinario tan extendido en nuestra gastronomía. Una cocina que tiene su base en lo tradiciones y en los productos de la tierra.
En la esquina de la calle Alarcón con la Plaza del Corrillo, a escasos metros del corazón de Valladolid, la Plaza Mayor, la Casa Tino está considerado como el lugar donde hacen los mejores huevos fritos con patatas y chorizo o jamón de la ciudad del Pisuerga. Así lo atestiguan las críticas y valoraciones de las principales webs gastronómicas y especialmente en Google.
Su cocina "casera y sencilla" es su late motiv. Precisamente, son los huevos fritos con puntillas acompañados de patatas y el producto cárnico lo que definen como su "plato estrella". Todo ello con un entrante para abrir el apetito y que refrescará nuestro paladar: una ensalada de tomate y escabeche.
Los reyes de los huevos fritos con patatas y jamón o chorizo en Valladolid son, además, unos amantes acérrimos de la cultura culinaria tradicional. Y eso se ve traducido en su carta, en sus productos y en su cocina. Las siempre fiables patatas bravas, los callos de taberna caseros como siempre los has comido, platos de cuchara o embutidos y platos de carne son algunas de las elaboraciones que hacen que nuestro paladar disfrute con cada bocado.
Por supuesto, lo casero tampoco lo abandonan a la hora de los postres. Canutillos de crema, flan, arroz con leche o la tarta de queso que tantos adeptos tiene para finalizar cualquier comida.
Desde 1993, Casa Tino se ha convertido en un emblema de la hostelería vallisoletana y lo ha hecho a base de tradición. Una cocina casera que ha conseguido enamorar a los vecinos de la ciudad del Pisuerga, pero también a los visitantes que vienen a conocer la ciudad de Miguel Delibes.
Una cocina que inició la familia hace más de tres décadas y que ahora la sigue Maru Martínez, la segunda generación que ha seguido apostando por el sabor de las casas españolas y vallisoletanas.