Adiós al glaciar de La Paúl ha dejado de existir. La campaña realizada por investigadores de la Universidad de Valladolid y de Extremadura, del 3 al 6 de octubre en el Macizo pirenaico de Posets (3.369 metros en Huesca), así lo corrobora.

El grupo de investigación, coordinado por Enrique Serrano, que es catedrático de Geografía Física de la UVa y José Juan Sanjosé, catedrático de Ingeniería en Geodesia, Cartografía y Fotogrametría de la UEX, ha controlado desde el 2008 la superficie y el espesor del glaciar mediante técnicas geomáticas y geofísicas, con el objetivo de conocer su evolución.

En los vuelos de dron del año 2021 aparecían grietas y conexión entre bloques de hielo, y en el 2022, al subir, se encontraron el glaciar que se había dividido en porciones de hielo relicto y ninguna con grietas, en concreto tres pequeñas porciones.  Las altas temperaturas del verano son las que provocado que se haya puesto el punto y final a este glaciar y “confirmar que ha desaparecido”, ha asegurado el profesor Serrano.

El glaciar de La Paúl se ubica en el macizo del Posets, en un circo glaciar de la cara norte. Es el segundo en altitud de Los Pirineos. La desaparición del mismo supone una pérdida física, ecológica y ambiental que significa un cambio de paisaje en la alta montaña, pero también una pérdida cultural.

Se trata de una pérdida irreversible y absoluta para la naturaleza y la cultura pirenaica, con las condiciones climáticas actuales, como ha confirmado el profesor.