21.50 horas de la noche de un domingo, 29 de mayo, para la historia del Real Valladolid. Los de Pacheta ganaban, con eficacia, su encuentro en Zorrilla ante el Huesca por 3-0 y los jugadores escuchaban lo que ocurría, fundamentalmente, en Santo Domingo.

El Alcorcón vencía a un Eibar desconocido y el éxtasis llegaba al santuario blanquivioleta. El Pucela volvía, un año después de certificar su descenso ante el Atlético de Madrid, a la máxima categoría del fútbol español.

Las celebraciones se sucedían en el estadio, con unos jugadores desatados, y por las calles de la ciudad del Pisuerga mientras en el vestuario un emotivo abrazo se difundía a través de las redes sociales.

Era el de Pacheta, el entrenador del Real Valladolid con Ronaldo, el presidente, que vivió dos momentos únicos en apenas 24 horas, la 14ª Champions del Real Madrid y el ascenso del equipo que preside.

Pucela vuelve a ser de Primera. El año que viene los grandes volverán a visitar el santuario blanquivioleta.