Los dos Alejandro Angulo, tío y sobrino, engalanan su escaparate de la calle Goya desde hace más de cuatro lustros siguiendo la tradición. El taller de tapicería artesana se convierte en un lugar de culto en tiempos de pasión.

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Preside el escaparate una fotografía de gran formato, qué refleja la cabeza de un crucificado, obra de Gregorio Fernández, situado en la iglesia de San Marcelo de León que data de 1631. También, como imágenes principales, se encuentra una talla de vestir de la Soledad de la Virgen del siglo XVIII de tamaño medio, (80 cm) la cual acoge en su manto las cinco rosas que simbolizan las “cinco llagas de Cristo”.

También podemos observar un crucificado del siglo XVII de tamaño medio, (50 cm) así como diversos elementos que complementan el escaparate, como un arca repleta de programas de Semana Santa desde los años 20 a los años 50 y diversas publicaciones. Destacan un reclinatorio y un hachero de forja con sus velas permanentemente encendidas.

“Los escaparates a la vista del público y a pie de calle, -nos dice Alejandro- se empiezan a instalar a partir del año 1999, coincidiendo con el traslado del taller y vivienda a este barrio desde Las Delicias. En aquella casa interior, donde teníamos el taller, no había escaparate”.

Ferias y fiestas de Valladolid, Navidad y Semana Santa son las épocas donde los Angulo le ponen imaginación al asunto para ofrecer a su clientela y viandantes que pasen por su acera las magníficas representaciones.

Ambos, tío y sobrino, son cofrades apasionados de la Ilustre Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias, pero lo son también de la Veracruz y la Santa Cena. Alejandro, el veterano tapicero, dispone de un auténtico museo sacro, así como motivos, revistas, fotografías y otros accesorios para mostrar al público cada episodio de ferias y fiestas, Navidad y Semana Santa. Enhorabuena un año más a la familia Angulo.