Los obispos de Valladolid, Ricardo Blázquez y Luis Argüello, concluyen esta tarde, con una recepción en la Embajada de España ante la Santa Sede, la visita ‘ad limina apostolorum’ a Roma, que han llevado a cabo junto con otros 17 prelados de las provincias eclesiásticas de Toledo, Madrid, Valladolid y el Ordinariato Castrense, integrantes del último grupo de obispos de los cuatro en que se ha organizado estas estancias en Roma por parte de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Una convocatoria que propicia cada cinco años el encuentro de los obispos con el Romano Pontífice tal y como establece el Código de Derecho Canónico y que enlaza con la arraigada tradición de peregrinar a Roma para visitar la tumba de los apóstoles.

El broche de oro de la visita ha sido la audiencia con el Santo Padre celebrada hoy, en la que los 19 prelados españoles han mantenido con él un diálogo de fraternidad, “de hermano entre hermanos”, en un clima distendido en el que todos han tenido la oportunidad de preguntar e intervenir.

En el encuentro se han abordado asuntos relativos a la vida cotidiana de las diócesis y del obispo, la evangelización, los jóvenes, la pobreza, la colonización cultural e ideológica, las consecuencias de la pandemia y la realidad del medio rural. Aunque la mayoría de los asistentes ha destacado, sobre todo, “el estilo, cercano, creyente, eclesial y de ánimo para la misión” del papa Francisco.

Momentos antes del inicio de la audiencia con el Papa, el cardenal arzobispo de Valladolid, don Ricardo Blázquez, ha saludado brevemente desde el Vaticano a los fieles vallisoletanos a los que ha explicado esta visita ‘ad limina’ que, junto a su auxiliar, don Luis Argüello, y el resto de los prelados de las citadas provincias eclesiásticas están llevando a cabo en Roma desde el lunes, 24.

Una visita “muy bien intensa y muy bien organizada”, la segunda, tras la de 2014, como arzobispo de Valladolid, que les ha permitido mantener reuniones en los diferentes dicasterios y organismos y constatar “la impronta del pontificado del papa Francisco” en la curia romana. Estos días, además, los obispos han celebrado la Eucaristía en las cuatro basílicas romanas: San Pedro, San Juan de Letrán, Santa María la Mayor y San Pablo de Extramuros.

Una visita cada lustro

La visita ‘ad limina’ es la visita que todos los obispos católicos deben hacer, cada cinco años, a Roma. Comprende la peregrinación a las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo como expresión de comunión eclesial y el encuentro con el Papa como sucesor de san Pedro. Incluye asimismo el deber de informar sobre la situación de la Iglesia en la diócesis que cada obispo tiene encomendada.

En estos días, los obispos han mantenido reuniones en los siguientes dicasterios de la curia romana: para los Obispos, Doctrina de la Fe, Clero, Institutos de Vida Consagrada, Educación Católica, Culto Divino, Laicos, Nueva Evangelización, Familia y Vida, Promoción para el Desarrollo Humano Integral, Comunicación y la Secretaría de Estado, así como en otros organismos vaticanos.

La última visita ‘ad limina’ de la diócesis de Valladolid, también con don Ricardo Blázquez, fue en el año 2014, en el primer año de pontificado del papa Francisco. El retraso en el calendario se debe en gran parte a que el Santo Padre se vio obligado a suspender estas visitas a causa de la situación provocada por la pandemia del Covid-19. El pasado mes de septiembre volvió a retomar sus encuentros con los obispos de todo el mundo.