Cabezón de Pisuerga ha dado en la mañana de este domingo la bienvenida a la Navidad con la ya tradicional representación del Belén Viviente, un espectáculo que llama la atención no solo de los autóctonos de la zona, si no también de varios puntos geográficos de la Comunidad y al rededores. Declarado de Interés Turístico Regional, los vecinos del municipio han puesto todo de su parte para que todos los curiosos pudieran disfrutar de una plácida mañana de tradición y cultura.

Son más de 40 años los que Cabezón de Pisuerga lleva celebrando su Belén Viviente. Enclavado en el Parque Temático en la falda del Cerro de Altamira, tiene su origen en 1978, cuando el por aquel entonces párroco del municipio, tomó la iniciativa de hacer una representación humana, que en un primer momento sea hacía en los alrededores de la Iglesia de Santa María.

Además, este año han realizado mejoras en las infraestructuras del Belén Viviente, dando de esta manera una mejor y atractiva imagen. 

Las gradas comenzaban a llenarse desde una hora y media antes, donde se podía ver en la cara de los allí presentes mucha ilusión y ganas de disfrutar de este maravilloso acto. Eran muchos los niños que esperaban ansiosos la llegada de los Reyes Magos al portal y su posterior presencia para pedirles los regalos. 

La actuación, en la que han intervenido 108 personas, daba comienzo a las 13:00 horas, con todo el público ansioso sobre las gradas. Los más pequeños se colocaban en primera fila de la valla para poder ver lo más cerca posible a sus majestades, el momento más esperado por todos.

Fue entonces cuando comenzó una obra donde los personajes no se disfrazan, si no que se caracterizan con trajes y ropas de la época, lo que demuestra la intención de mostrar de la forma más real posible el Belén Viviente .

55 fotos

Durante los más de 40 minutos de representación la magia de la Navidad se apoderó de todos los presentes, que disfrutaron de una actuación especial que ha enganchado hasta su desenlace a todos y a todas.

Con la marcha de la virgen María, el niño Jesús y José huyendo del rey Herodes, se ponía punto final a esta primera representación que contará con otros tres pases de representación en días venideros ( 26 de diciembre, 2 y 8 de enero). 

Oficios ancestrales

Una vez terminada la representación, se abrieron las vallas para que la gente pudiera observar de primera mano como los figurantes realizan los oficios más ancestrales y que tan lejos han quedado. Algunos incluso han desaparecido.

Los más pequeños y no tan pequeños han podido conocer como trabajaban los y las lavanderas, pastores, alfareros, canteros, panaderos, sastres, toneleros, leñadores, etc.