El Teatro Juan Bravo de la Diputación de Segovia ya puede presumir de ser Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento, después de que el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León reunido hoy haya aprobado su declaración como tal, resolviendo así un expediente que comenzó en 1983.

En el texto que justifica su declaración como BIC, el órgano de la institución autonómica hace referencia al “entorno de protección” en el que está ubicado el Teatro Juan Bravo, donde se integra con “fachadas vinculadas espacial y visualmente al Teatro”. Por ello, y con el objetivo de evitar cualquier intervención en las inmediaciones al inmueble que pudieran alterar al conjunto arquitectónico, la Junta de Castilla y León ha considerado oportuno otorgarle una condición que reconoce su interés histórico, artístico y social. Todos estos aspectos han sido valorados por el Gobierno regional, que también reconoce que, más allá de su valor histórico y artístico, el Teatro Juan Bravo de la Diputación es referente para la sociedad segoviana, siendo el espacio cultural más importante de la provincia y habiendo acogido desde el fin de su construcción en 1917 todo tipo de actos y espectáculos; desde mítines y reuniones políticas en los primeros años del siglo veinte hasta obras teatrales y de danza, conciertos o encuentros y actos institucionales.

“Muchos segovianos ya lo considerábamos como uno de nuestros monumentos emblemáticos, pero ahora ese título es oficial y la Diputación no va a dejar de trabajar para que el Juan Bravo continúe siendo símbolo de nuestra cultura y un punto de encuentro periódico para muchos de nuestros vecinos, fieles de sus butacas”, manifiesta el diputado de Cultura, Juventud y Deportes, José María Bravo.

Interior del Teatro Juan Bravo de Segovia Diputación de Segovia

Edificado entre 1915 y 1917 bajo la dirección de Francisco Javier Cabello Dodero, ante la necesidad de la ciudad de contar con un espacio escénico que diese respuesta al aforo que demandaba un auditorio de estas características, el Teatro Juan Bravo de la Diputación cuenta en sus fachadas con notables rasgos neoclásicos y se caracteriza por la presencia de balcones corridos con balaustres y rejerías. También destaca su cornisa y el frontón y el escudo que luce en el exterior. En el interior, su vestíbulo con dos escaleras a ambos lados y su sala en forma de herradura, con palcos forjados de madera sostenidos por columnas de fundición, además de las pinturas de Lope Tablada Maeso que decoran el cielo raso de su espacio central, otorgan al teatro un aspecto acogedor y de gran belleza que ha sido destacado durante más de un siglo por artistas de todas las disciplinas y de varias generaciones.

Después de ser restaurado en 1989, su última reforma tuvo lugar entre 2016 y 2017, coincidiendo con el centenario del Teatro. Para celebrar el siglo de vida del Juan Bravo, la Diputación invirtió más de medio millón de euros en mejoras de accesibilidad, insonorización, adaptación a la normativa contra incendios y decoración. Asimismo, la institución provincial dotó de nuevos espacios al edificio, con el fin de poder acoger otro tipo de actividades para un público más reducido.