Glovo ha abierto su plataforma a establecimientos con repartidores propios en más de 40 ciudades españolas en las que no opera con sus 'riders', como Cádiz, Huelva, Lugo, Pontevedra y Segovia, por lo que pone a disposición su tecnología "con el objetivo de que los ciudadanos se puedan beneficiar de pedir a cualquier restaurante de su ciudad".

La compañía ha informado en un comunicado este martes de que inició este proyecto a principios de 2019, permitiendo a sus socios entregar pedidos con sus propios repartidores, por lo que Glovo tras recibir la orden de pedido del usuario la notifica al establecimiento asociado.

Entre las principales novedades del modelo destaca que el cliente, al realizar la orden a través de Glovo, recibe una confirmación con la notificación de que el pedido va a ser entregado directamente por el socio y no por un repartidor que colabora con Glovo, y se le comunica el tiempo estimado de entrega.