Los vecinos de Miranda del Castañar acudieron a un proyecto de micromecenazgo para, en primer lugar, restaurar, sino comprar, su fortaleza y, de paso, instalar un aula de ecología dentro del castillo, Bien de Interés Cultural desde 1931. Patrihum Casmi, que gestiona este patrimonio, propone que pase "de fortaleza inexpugnable a bastión contra el cambio climático", y tiene la colaboración de Hispania Nostra para recaudar los fondos necesarios, como ya hicieron con proyectos anteriores.

Recordar que con la colaboración de Hispania Nostra llevaron a cabo los proyectos Sol 21 y Sol 22. Ahora inician el Sol 23, cuyo objetivo "es transformar la fortaleza en un bastión contra el cambio climático y en un centro para la recuperación del Condado". Ahora, intentan obtener 10.000 euros con pequeñas donaciones en unos 22 días, aunque no renuncian a alcanzar el "maximo", de unos 80.000 euros.

Si te cuentan que existe una villa llena de hidalguía, rodeada de murallas y con más de cuarenta casas-palacio blasonadas, te están hablando de Miranda del Castañar. La localidad está situada en el lugar central de la sierra salmantina. Durante siglos fue la cabeza del Condado de Miranda, uno de cuyos titulares, don Juan de Zúñiga, llegó a ser sucesivamente virrey de Cataluña y del Reino de Nápoles y Sicilia.

Miranda del Castañar actualmente está integrado en la Reserva de Biosfera de las Sierras de Béjar y Francia, definido según la Unesco como el espacio en el que se pueda armonizar la conservación del medioambiente con el bienestar de las personas, dentro del Parque Natural de las Batuecas. Además, la villa está catalogada como ‘Uno de los pueblos más bonitos de España’, condición compartida con las localidades que la rodean, con las que forma un “fantástico conjunto”.