El equipo municipal de gobierno del Ayuntamiento de Salamanca, formado por PP y Ciudadanos, aprovechó la mayoría absoluta de la que disfruta para tumbar esta mañana la totalidad de las mociones que presentaron los ediles de la oposición durante el extenso pleno municipal, de cinco horas de duración, que celebró la corporación local salmantina. PSOE, Izquierda Unida y Podemos no lograron que sus propuestas salieran adelante, no sin momentos de especial tensión, como cuando se debatió una moción para instalar una pancarta permanente contra la violencia de género en la ciudad y que ocasionó una llamada de atención por parte del alcalde Carlos García Carbayo a la concejala socialista, María García, por excederse en el tiempo de uso de la palabra. La edil socialista aprovechó para pedir la dimisión de la concejala de Familia e Igualdad de Oportunidades, Ana Suárez, por oponerse a la colocación de esta pancarta.

Tampoco prosperaron las mociones socialistas que abogaban por remodelar y mejorar las instalaciones del complejo deportivo Rosa Colorado, así como por la puesta en marcha de un plan de renovacion de las aceras y el refuerzo del firme de la ciudad. La moción socialista en la que se instaba al alcalde Carlos García Carbayo a incrementar las inversiones presupuestadas también quedó en papel mojado por el rechazo de PP y Ciudadanos en el decisivo momento de la votación. Las mociones del concejal no adscrito y exedil de Ciudadanos, Ricardo Ortiz, sobre la organización de una campaña de divulgación de la labor que realizan los Servicios Sociales del Ayuntamiento y la creación de los Premios Talento Ciudad de Salamanca tampoco fueron aceptadas. Y lo mismo le sucedió a la concejala de Podemos, Carmen Díez, quien no consiguió que se aprobara su moción, encaminada a la regulación de los elementos provisionales para la instalación de las terrazas y la aprobación definitiva de una ordenanza específica para este tipo de negocios.

Al margen de las mociones, PP y Ciudadanos también impusieron sus criterios para incrementar de 300.000 a 548.000 euros el crédito asignado para sufragar las horas extraordinarias de los agentes de la Policía Local y del Servicio de Extinción de Incendios. Virginia Carrera (Izquierda Unida) se mostró especialmente crítica con esta modificación presupuestaria y expresó su sorpresa por el hecho de que esta compensación se realizase con remuneraciones económicas y no con descansos. La realización de horas extraordinarias obedece, a su juicio, a la falta de personal en ambos cuerpos.

Por su parte, la concejala socialista María Sánchez denunció que "con la excusa de la pandemia deciden este aumento de la partida, cuando sabemos de primera mano que en el Cuerpo de Bomberos estas horas extraordinarias se dedican exclusivamente para cubrir vacaciones, bajas y permisos retribuidos". Según sus datos, "tenemos 78 bomberos cuando deberíamos tener 105". Lo mismo sucede con la Policía Local, con una plantilla formada por 237 trabajadores. Por si fuera poco, muchos policías municiples desempeñan labores puramente administrativas y no forman parte de los turnos establecidos.

La réplica del PP no se hizo esperar. El concejal de Hacienda, Fernando Rodríguez, argumentó que el incremento de la partida "se debe a los refuerzos, sobre todo en la Policía Local con el fin de cubrir dispositivos especiales para cumplir con las medidas preventivas derivadas de la pandemia acordadas con las autoridades sanitarias”. Y respecto a la falta de personal denunciada por la oposición, Rodríguez anunció que se están convocando 15 nuevas plazas de bomberos y 20 más para la Policía Local. Finalmente y pese a sus objeciones, el PSOE apoyó esta modificación presupuestaria y solo IU y Podemos la rechazaron.

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