El Salmantino remontó un 2-0 en La Pobla en el último cuarto de hora y se metió en la siguiente fase con un gol de Garban y dos de Tejedor (2-3). Una hombrada histórica que llevó el delirio a la afición de la capital del Tormes. Para el choque Pablo Cortés había dispuesto todo lo que tenía, contando con las bajas de Caramelo y del revulsivo Galván. Sin embargo, echó a rodar el cuero y el cuadro local salió con mucha intensidad. En tres minutos había botado tres córners. Todos templados por el guante de Jaime Hernández, sin consecuencias. Hasta el cuarto minuto de partido, el Salmantino no pudo despertar. Cuando rodó la bola, el cuadro charro se sintió más cómodo y en el 5’ gozó de la primera aproximación a través de Coque. Su centro fue rechazado a córner y en el tiro de esquina, Mansour remató, solo, a las manos de Macià.

A los 10 minutos, de nuevo Coque fue quien forzó un córner y se encargó de botarlo a la cabeza de Murci, que remató desviado. Cumplido el primer cuarto de hora, el Poblense reaccionó a través de Martínez con un disparo lejano que obligó a Rodri a atrapar en dos tiempos. Tres minutos después, Damián ganó la línea de fondo por la derecha y la puso hacia Oriol que no concretó en el punto de penalti. Como en la ida, partido abierto y ocasiones para ambos equipos. De nuevo Murci para los charros se revolvió en la frontal al paso por el 20’ y Macià reaccionó bien abajo para despejar a córner. Movimientos de ‘nueve’ puro que cada partido exhibe el punta leonés.

El Salmantino fue ganando metros y empezó a vivir en campo contrario. A sumar, dos nuevas llegadas. Una a balón parado con una falta lateral colgada por Coque que remató Amaro y otra, después de un pase en profundidad hacia Murci que por poco no pudo recortar al último central para encarar a Macià. Los baleares trataron de reaccionar y lo hicieron a través de un error de Tyson en la salida de balón. Gili robó, recortó a Mansour y cayó ante el central del Salmantino. Acción muy protestada por los locales, aunque el colegiado no accionó el silbato.

Dos minutos habían pasado de la segunda parte cuando Damián Ramos tuvo que abandonar el terreno de juego por lesión. Era el segundo defensa del cuadro de Óscar Troya que se rompía tras el cambio obligado de Juanito, que dejó su sitio a Bibi, en el primer acto. La decisión del técnico del Poblense fue meter a un punta puro y retrasar a Jaime Hernández al lateral derecho. Aún así, se mantuvo la tónica general de todo el partido con escaso fútbol, pocas combinaciones y llegadas a arreones. Precisamente para aprovechar alguno de ellos, Cortés cambió piezas en la punta de ataque. Entró Izazola y se retiró Murci. Hacían falta goles y no parecía la mejor idea retirar a tu máximo anotador. Llegarían.

Para más ‘inri’, en el 62’ el Poblense se adelantó tras un pase en profundidad de Lucas, que aprovechó Ollier metiendo la cabeza para ganar la acción por alto a Rodri. Un tanto que cayó como un jarro de agua fría sobre la expedición charra que ponía la clasificación a dos goles. Parecía demasiado lejos para lo que habían mostrado. De hecho, los jugadores del Salmantino acusaron el tanto y les costó reactivarse. En el 68’, Lucas colgó una falta lateral que desbarató Rodri con una buena estirada. El guardameta charro volvió a intervenir a los dos minutos para sofocar una nueva llegada del conjunto azulgrana que estaba siendo superior en ese tramo.

Cuando restaba un cuarto de hora para la conclusión, el partido se volvió loco. En el 75’, Gili limpió las telarañas de la portería de Rodri con un soberbio remate desde fuera del área que parecía liquidar las opciones del conjunto charro. Sin embargo, los de Pablo Cortés tiraron de casta para meterse en el partido. Fue Garban en el minuto 77 quien ganó por alto un centro desde la izquierda y puso al Salmantino a un solo gol de la prórroga. Hasta el 83’ no volvió a crear peligro con un centro de Coque que remató fuera Tejedor. El hombre del partido. En el último tramo se volcó el Salmantino en busca de la prórroga. Y de nuevo, fue Tejedor quien acertó con un soberbio testarazo a la salida de un córner haciendo inútil la estirada de Macià. En una fotocopia del partido de ida el Salmantino había igualado dos goles. Pero quedaba más. El propio Tejedor, al filo del descuento, resolvió un barullo en el área con el gol de la victoria y clasificó al Salmantino para la siguiente fase completando una remontada que será recordada durante mucho tiempo.