Nair Miguélez Juste, de 14 años, desapareció el pasado 20 de enero en León. La Asociación SOS Desaparecidos activó la alerta ayer, después de 10 días sin tener noticias de ella. Sin embargo, tal y como ha confirmado Nerea, la madre de Nair, a EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León, su hija fue localizada durante esta noche, lo que ha supuesto tanto para ella como para el resto de la familia todo un respiro después de unos días de absoluto nerviosismo y desesperación.

Aunque no ha querido desvelar el lugar en el que ha sido encontrada, Nerea sí ha explicado que su hija se escapó durante una salida que realizó con una cuidadora del centro de menores Suero de Quiñones de la capital leonesa en el que había empezado a residir tan solo unos días antes debido a su mala conducta y después de negarse a volver al domicilio familiar tras abandonar el mismo.

“A mi hija en casa no se la podía tener, y ya no es que no se la pudiera tener, es que ya unos días antes de ingresar en el centro, se había marchado de casa y no quería volver. Por eso, se tomó esta determinación. Como ni ella quería venir a casa, ni había manera de traerla, se la mandó para allá. Entonces salió con la cuidadora a hacerse unas fotografías para el instituto al que iba a empezar a ir y se fue”, ha asegurado la progenitora.

Nair Miguélez Juste, la joven desaparecida en León

Al parecer, fue la propia cuidadora la que decidió poner la denuncia al darse cuenta de que la menor se había escapado, no siendo hasta ayer, diez días después de su huida, cuando se tomó la decisión de anunciar públicamente su desaparición. Según Nerea, la madre de la niña, el aviso se dio tan tarde “porque se sospechaba que pudiese estar en un sitio vigilado, entonces se ha ido esperando para ver la cría daba algún paso en falso”, ha explicado. Al parecer, la menor no se encontraba en ese lugar, pero Nerea ya sabe cuál es el paradero de la niña, lo que le ha permitido volver a respirar tranquila.

En un momento dado, se llegó a pensar en que Nair podía estar con su pareja, mayor de edad, pero el joven ya negó a la Guardia Civil que esto fuera así.

La última vez que Nerea vio a su hija fue el día de su desaparición, cuando se trasladó al centro juvenil en el que residía desde hacía solo unos días “para llevarle unas cosas”. De aquel día hasta ayer, que fue cuando la encontraron, pasaron 20 días, razón por la que tanto ella como el resto de la familia han estado “de los nervios”: “No es que sean dos días, es que han sido 20. Ha tenido el teléfono apagado y no ha respondido, no nos ha cogido el teléfono a nadie”, ha asegurado.

“Esta es la primera vez que vivimos esta situación con ella, pero es que las compañías de mi hija no son buenas”, ha añadido Nerea un tanto desesperada.