El capitán del Abanca Ademar León, Mario López, ha estado trabajando duramente a lo largo de las últimas 4 semanas con el Readaptador del primer equipo, Pablo García en el CAR, en el Palacio y en las instalaciones de Vitae Privée en la Pza. San Marcos.

Pablo García comenta que “no ha sido una readaptación sencilla, Mario ya arrastró alguna lesión muscular en la temporada pasada y esto hace que la precaución tenga que ser máxima, ya que, de adelantar los plazos podemos provocar nuevas recidivas.

El trabajo, en continua comunicación con los servicios médicos y fisioterapéuticos, ha consistido en preparar a la musculatura isquiotibial para poder hacer frente a las exigencias de la competición, comenzando en un primer momento con un planteamiento de ejercicios isométricos, para pasar a concéntricos y finalizar con ejercicios excéntricos, los más exigentes y los que generalmente provocan las roturas musculares cuando se dan en competición y no existe una buena adaptación; hemos progresado de ejercicios analíticos a ejercicios lo más cercanos posible al gesto deportivo. Además, en todo el proceso se ha tratado de mantener la forma física del jugador para que esté a la altura de sus compañeros en el momento de volver a competir”.

Lógicamente, como prueba de fuego Mario ha completado varios entrenamientos con sus compañeros y su vuelta será paulatina si las exigencias competitivas lo permiten.