Huerta del Rey
El pueblo con los nombres más raros del mundo está en Castilla y León: tiene un récord Guinness
Evedina, Eutimio, Neomisia, Landelino o Evilasiom son algunos de los nombres de sus vecinos.
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Los vecinos de la burgalesa Huerta del Rey lucen en sus DNIs nombres que parecen sacados de otro tiempo: Evedina, Eutimio, Neomisia, Landelino o Evilasio. Una curiosa circunstancia que ha valido al municipio el reconocimiento del Libro Guinness de los récords como el pueblo con los nombres más raros del mundo.
La particularidad tiene raíces históricas. A finales del siglo XIX, los nombres y apellidos tan parecidos generaban problemas para el correo y la administración.
Según recoge la prestigiosa revista de viajes Condé Nast Traveler, "a un secretario se le ocurrió hacer uso del martirologio romano para ponerle solución". En aquella época, llamarse Alpidia, Marciana o Firmo "no llamaba tanto la atención", por lo que la medida fue bien acogida.
Huerta del Rey
Ya en el siglo XXI, Huerta de Rey convirtió esta rareza en un atractivo turístico. El 9 de agosto de 2008 se celebró el I Encuentro Internacional de Nombres Raros y, poco después, "una famosa marca de bebidas isotónicas decidió sacarla en uno de sus anuncios", recuerda José Antonio Cámara Molinero, alcalde del municipio.
"Fuimos famosos hace unos años porque grabó Aquarius, y hace dos meses o así ha estado grabando Coca-Cola", añade.
Recorrer Huerta de Rey implica desviarse de la A-1 por la BU-910 y BU-921 tras Aranda de Duero. Condé Nast Traveler describe la cabina de teléfonos junto al ayuntamiento y el icónico toro de Osborne sobre el monte de Zarrazuela, presente desde 1992 y reemplazado tras un derribo por viento en 2011.
La calle Caridad muestra los carteles de nombres raros con códigos QR que explican la historia local. En la plaza de toros 'La Herrén', el alcalde explica que el recinto "empezó como un mercado de ganados" y que se celebran corridas desde 1911.
Además, acoge eventos culturales, como el festival Huerta Sueña, donde han actuado artistas como Alejo Stivel, La Pegatina, Ladilla Rusa y La M.O.D.A., según la publicación.
El centro del pueblo destaca por sus macetas en ventanas y la plaza dedicada a los emigrantes, ya que la población descendió de más de 1.600 a menos de 900 habitantes a mediados del siglo XX.
El mural de Christian Sasa junto al río Arandilla recuerda que "el Cid pasó por Huerta" y sirve de escenario para representaciones históricas anuales. Por el municipio burgalés pasan también el Camino del Cid y la Ruta de la Lana, que conecta con el Camino de Santiago.
Frente al mural, se encuentran paneles sobre la trashumancia y la tradición ganadera. Los vecinos, conocidos como "los lobos", solían desaparecer corderos durante el paso de los rebaños, según Condé Nast Traveler.
Tres columnas del yacimiento Clunia Sulpicia ilustran la relación del pueblo con la ciudad romana de Clunia, que se abastecía de sus manantiales.
Huerta de Rey sufrió un gran incendio el 26 de febrero de 1918. "Se quemaron casi todas las casas, menos la parte del río a la derecha, que se llama la calle de los Remedios", recuerda el regidor de este municipio.
Y ese mismo año, por desgracia, también se quemó el pinar", explica el alcalde a Condé Nast Traveler. La publicación subraya que el pueblo logró reconstruirse y se mantiene pese a los desafíos históricos.
No todo han sido desgracias. El 6 de enero de 2012, casi la totalidad del premio gordo de la Lotería del Niño cayó en Huerta de Rey.
Este año se inauguró un rocódromo y se planea abrir un albergue junto al camping local. Las fiestas de San Pelayo incluyen música en directo y partidos de pelota de mano, celebrados "el 26 de junio. Si cae lunes, lunes, si cae martes, martes, y si cae miércoles, miércoles", señala el alcalde.